Pedro Sánchez aparca la reforma constitucional que Rubalcaba planeaba

Nada de planes federalistas para contentar a los separatistas. El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, habría decidido no pedir en septiembre la creación en el Congreso de una ponencia para reformar la Constitución, como su antecesor, Rubalcaba, había comprometido, porque quiere que el nuevo PSOE se centre en exponer su alternativa "socioeconómica" y en denunciar la "desigualdad" que genera el PP.

Según fuentes socialistas citadas por el diario ABC, la negativa del PP y del presidente Mariano Rajoy a modificar ahora la Carta Magna, unida al convencimiento de que ese debate perjudicaría ahora al partido, están detrás de la renuncia de Sánchez a pedir la reforma. Los socialistas creen que mientras al PP, por un lado, y a todos los partidos nacionalistas, por otro, la tensión territorial que surgiría de la ponencia les proporcionaría réditos electorales, al PSOE le obligaría a hacer múltiples equilibrios; máxime en vísperas de la amenaza del referéndum soberanista en Cataluña.

Sánchez espera que cuando pida la reforma constitucional, en otro momento de la legislatura, pueda exponer también sus propuestas sociales. Por ejemplo, blindar la educación y la sanidad públicas en la Carta Magna. A la espera de que llegue ese momento, el Grupo Socialista en el Congreso iniciará el próximo curso político presentando una enmienda de totalidad contra los tres proyectos de ley aprobados por el último Consejo de Ministros que constituyen la reforma fiscal del PP. En septiembre también tendrá que ser debatida en el Congreso la proposición no de ley presentada por el PSOE que insta al Gobierno a establecer un subsidio de 426 euros mensuales para parados sin ingresos que tengan hijos a su cargo. Asimismo, los socialistas han pedido la comparecencia urgente del ministro de Economía, Luis de Guindos, para que dé explicaciones después de decir que el rescate de la Banca no costaría "un euro" a los españoles.