El "trato" del caso de Ashya King crea falsas expectativas

Cada vez son mas los padres y familiares que acuden a su oncólogo con el fin de que a sus hijos, que padecen un cáncer, se les trate con la terapia de protones con la que al parecer iba a ser tratado Ashya King en el "Proton Therapy Center Czech" de la República Checa. Y subrayo lo de "iba", porque las ultimas noticias de los medios nos informan de que la familia está pensando en trasladar a su hijo a un hospital privado de Navarra para recibir el tratamiento más adecuado.

Realmente se están creando muchas falsas expectativas entre la sociedad en general y particularmente con las familias de los niños diagnosticados de cáncer, porque como es lógico quieren conseguir el mejor tratamiento para sus hijos. Y si los medios de comunicación continúan, como están haciendo con demasiada frecuencia, con tertulias en las que todo el mundo opina sin el rigor científico necesario y obligado en un caso tan concreto como este, y siguen sin contar con la presencia en esas tertulias de médicos especializados en oncología y en radioterapia, las cosas pueden ir a peor.

Según se desprende de las noticias de que disponemos en la actualidad, Ashya fue diagnosticado de un neuroblastoma o un medulobastoma, del que ha sido tratado con cirugía en el Hospital de Southampton del Reino Unido y según sus médicos el tratamiento debería continuar con quimioterapia y radioterapia convencional, a lo que se negaron sus padres llevándose al niño del Hospital, para que fuera tratado con la "protonterapia" del Centro de la República Checa. Muchas de las noticias desde entonces, se han centrado en que la actuación de los padres estaba motivada por que son testigos de Jehová, y se niegan a que su hijo pueda necesitar una transfusión sanguínea. Hablemos por tanto desde el rigor de la ciencia y la medicina basada en la evidencia, sobre todo para evitar confusiones entre la sociedad en general.

El cáncer infantil tiene, afortunadamente, una curación cercana al 80%, y también en España, gracias a la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia. La radioterapia convencional, la que realmente está aceptada en todos los protocolos médicos, se basa en la radiación con "fotones", que atacan y lesionan al tumor, pero que también pueden llegar a lesionar tejidos sanos circundantes. Pero desde luego, los niños tratados con este medio "no se quedan en estado vegetal" como se ha dicho desde la familia y algunos medios.

La radioterapia con "protones", que desde luego no sirve para todos los tumores y que está en fase experimental, consiste en liberar la energía de una vez y de forma homogénea, por lo que la radiación lesiona el tumor y produce muchas menos lesiones en los tejidos sanos. Pero desde luego no es la panacea, además de que solo está indicada en el 1% de los casos, y como es lógico siempre siguiendo los protocolos de las Guías Terapéuticas en Oncología Norteamericanas, Europeas y Españolas, que están basadas en el rigor y la medicina científica. Así nos lo recuerda la Dra. Ana Mañas, portavoz de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica, y otros muchos oncólogos que han transmitido su opinión en diferentes medios de comunicación, pero que con demasiada frecuencia olvidan algunos tertulianos y directores de las tertulias en las que intervienen, tanto en radio como en televisión.

Y por supuesto que si estuviéramos ante un caso de un niño español, siempre que sus médicos entendieran que necesita para su mejoría o curación, del tratamiento con protones, como ya se ha hecho en otras ocasiones, se le enviaría a los centros especializados europeos, concretamente de Francia o Suiza, cubriendo todos los gastos nuestro Sistema Sanitario, que aproximadamente ascienden a unos 85.000 euros.

Y en cuanto al tema tan debatido sobre las creencias religiosas de los padres de Ashya, es cierto que la quimioterapia y la radioterapia con cierta frecuencia hacen descender el número de células sanguíneas por afectación directa de la médula ósea, por lo que se requiere  administrar transfusiones de sangre al paciente, y esto no es aceptado por sus padres. Pero como también nos recuerda la propia doctora Mañas, los médicos que finalmente vayan a tratar a Asya, deberían que advertir a los pares que la "protonterapia", además de poder necesitar del apoyo de la quimioterapia, puede llegar a producir también una reducción en las células sanguíneas y quizá necesite para su tratamiento de una transfusión de sangre.

Creo que ningún médico experto de los que han ofrecido sus opiniones en este caso, han confirmado si Ashya necesita o no el tratamiento con protones, sencillamente porque para poder asegurar este punto, se tendría que disponer de todo su historial clínico, algo que solo le corresponde a sus médicos y sus padres. Sin embargo, estoy seguro que todos ellos y muchos más, agradecerían que se contara con sus opiniones en las diferentes tertulias de los medios de comunicación social.

- Jesús Sánchez Martos es Catedrático de Educación para la Salud de la Universidad Complutense de Madrid