www.diariocritico.com
Madrid, de rama en rama

Madrid, de rama en rama

lunes 22 de septiembre de 2014, 16:48h
La llegada del otoño se ha adelantado en Madrid. Y no solo porque aún  resuenan los ecos de las reivindicaciones nacionalistas  catalanas de la última Diada -que también- o porque los sindicatos ya están hartos de  tanto ajuste salarial y tanta contención de costes siempre a cargo de los mismos -que también-, sino porque caen las hojas y hasta ramas enteras  de plataneros, arces, acacias y otras mil especies más que integran los  dos millones de ejemplares diseminados  por toda la ciudad. ¿Las causas? Están muy claras: decenios de abandono y unas políticas de conservación de  árboles manifiestamente mejorables por parte de todas y cada una de las corporaciones  municipales -de uno y otro signo- que se han ido sucediendo  a lo largo de estos últimos decenios.

Esta vieja, hermosa  y callada ciudad, que asiste impertérrita a abusos, desmanes, oprobios, fiestas y  excesos  ciudadanos, soporta  también ahora   continuados accidentes de caídas de ramas sobre tranquilos viandantes o  cansados viajeros que, con todo el derecho del mundo, han optado por dar un paseo por el Retiro o hacer un alto en el camino para tomar unas cervezas en la terraza de turno. Si la cosa se quedara en el susto, vale. Lo malo es que ha habido ya varias personas muertas y heridas y, esto ya, de bucólico no tiene nada.

Uno, que es  de pueblo, ha visto, por mucho menos, talar árboles sin ninguna mala conciencia  ecológica, ante situaciones como esta. Y no creo  que por sugerir salida tan drástica como la que pongo sobre la mesa  para  eliminar cualquier ejemplar que, a juicio de técnicos y expertos, sea  irrecuperable con una simple poda, vaya a pedir mi cabeza  algún grupo de  exaltados y fervientes militantes ecologistas. Y, si es así, ¡qué le vamos a hacer! Proclamar  la verdad a los cuatro vientos, a veces, trae consigo   efectos tan indeseables como predecibles. Pero, recuerden también  ustedes, señores ecologistas, callar al mensajero no acabará con la causa  del problema.  

Descafeinada

Tengo para mí que, en estos últimos años hemos asistido progresivamente  a una especie de descafeinización social, en virtud de la cual, llamar a las cosas por su nombre, o tener conciencia de determinados hechos, por muy cotidianos que sean, es mejor no verbalizarlos  si uno no quiere  caer  en el riesgo de ser calificado como  grosero, maleducado, sádico o hasta fascista. Y solo porque buena parte de nuestra sociedad se ha convertido en   hombres y mujeres de pitiminí, que se horrorizan ante la sola idea de tener  conciencia de que el hecho de que uno disfrute de una buena comida, lleva inevitablemente aparejada otra serie de hechos. A saber, que alguien ha tenido que matar, desplumar o despellejar -según los casos-, cortar,  sazonar y cocinar un pollo, un conejo o un corderito. Pensar en ello, no, por favor, ¡qué  aguafiestas! Pero nadie renuncia a degustarlo con fruición, acompañado de unas patatas, que lo mismo han crecido  cerca de uno de esos árboles, cuya sola idea de talar, les horroriza tanto como  despellejar al animal que se comen sin mala conciencia.

Seamos objetivos: Si hay pudriciones en ramas y troncos, continuarán cayéndose ramas y árboles. ¿Cuántos muertos más habrá que aguantar antes de proceder a la única solución posible  si se quieren evitar más accidentes como los que estamos viviendo en Madrid? A veces, si se quiere  prevenir, no hay más remedio que adoptar soluciones  tan drásticas como  esta de talar, o la  de hacerse vegetariano si uno no quiere pensar en que   degustando un corderito, está colaborando en la práctica de acciones tan bárbaras como antiguas, pero que tanto placer proporcionan a quienes  -conscientes o no- se comen frecuentemente una tapa de jamón, un  cochinillo al horno o un cordero.

José-Miguel Vila

Columnista y crítico teatral

Periodista desde hace más de 4 décadas, ensayista y crítico de Artes Escénicas, José-Miguel Vila ha trabajado en todas las áreas de la comunicación (prensa, agencias, radio, TV y direcciones de comunicación). Es autor de Con otra mirada (2003), Mujeres del mundo (2005), Prostitución: Vidas quebradas (2008), Dios, ahora (2010), Modas infames (2013), Ucrania frente a Putin (2015), Teatro a ciegas (2017), Cuarenta años de cultura en la España democrática 1977/2017 (2017), Del Rey abajo, cualquiera (2018), En primera fila (2020), Antología de soledades (2022), Putin contra Ucrania y Occidente (2022), Sanchismo, mentiras e ingeniería social (2022), y Territorios escénicos (2023)

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios