miércoles 07 de enero de 2015, 11:32h
Ahora
los políticos en turno vuelven a sacar al miedo de paseo.
Cuando
murió Franco fue o "nosotros", los procuradores en cortes, o el caos. Y
llegó la democracia con Suárez y no pasó nada, votamos y nos dimos una
constitución.
Cuando
UCD se desintegraba, antes de que sus mesnadas semovientes se pasaran a AP, el
mensaje era o "nosotros", los procuradores en cortes ya con el título de
diputados, o el caos. Y llegó el PSOE con González y no pasó nada.
Conseguimos que todos pagaran impuestos y que nos conociera el mundo.
Tras
cuatro legislaturas en el gobierno, con el video del doberman el PSOE envió el
mensaje o "nosotros", los demócratas de verdad (¿?), o el caos. Y llegó el PP
con Aznar y no pasó nada.
Ocho
años después, España estaba hasta el gorro de los modos autoritarios y neocons
del presidente Aznar, y el mensaje fue o "nosotros" o el caos (se iba a romper
España, ETA iba a gobernar...). Y llegó Zapatero y no pasó nada.
Ahora
el gobierno más mediocre de la historia democrática de Europa, conformado por
un par de tecnócratas y un montón de deshechos acumulados en la travesía de
quien perdiera tres convocatorias electorales, nos amenaza con una nueva
edición de Yo o el caos. Es lo más y mejor que pueden hacer: el que vale vale y
el que no se busca un carguete en el PP de Rajoy.
Si
gana Podemos, a tenor de los mensajes bien aprendidos por los gobernantes
salientes, se acabarán el pan y la sal, no habrá agua en las duchas y las casas
serán expropiadas. Vendrá Nicolás Maduro a formar gobierno, Ahmadineyad
será ministro plenipotenciario de AAEE y la economía será dirigida por un
tontuelo recién salido de la guardería. Y eso que aún no hemos empezado la
campaña electoral.
El
miedo no es libre; el miedo es inducido y teledirigido. Ahora, a pocos días de
que Syriza pueda ganar el gobierno de Grecia, los políticos respetuosos con las
decisiones soberanas de los distintos países amenazan con una Grecia fuera del
euro donde será el llanto y el crujir de dientes. Lo ha dicho frau Merkel
y rápidamente se han sumado los spanische boys de Rajoy al grito
horrísono de Qué viene el de la coleta.
El
miedo no es libre, es solo incapacidad para analizar las cosas con profundidad
y perspectiva. El miedo cunde y causa pavor pero es imprevisible y suele calar
entre las filas de los metemiedo tal como ha demostrado la historia con más
fuerza que en el resto de la gente. El miedo, reflejo siniestro de la
democracia, no puede cuajar entre quienes estamos hasta el gorro de ladrones,
mangantes, corruptos y mediocres en el mejor de los casos.
No
es al miedo a lo que debemos de tener miedo. Temamos a los que nombrándose
patriotas agrandaron las grietas que rompen la nación.
Temamos
a los que al grito de Es lo que hay que Hacer han empobrecido a nuestros
jubilados, han demediado las coberturas sanitarias y han expulsado del país a
nuestros hijos, lo mejor de nuestra historia común.
Temamos
a los que dejaron morir a 4.000 españoles con Hepatitis C en 12 meses porque no
era año electoral y no iban a gastar 160 millones de euros en salvarles la vida
mientras fueron capaces de dar 675 veces esa misma cantidad al sector
financiero. ¿Seguro que no se les podía haber dado "solo" 674?
Yo
temo a quien se presenta voluntario para gestionar lo común y en lugar de
hacernos vivir mejor nos empeora. Yo temo al que deja morir a mis compatriotas
porque acaso un gobernante pueda equivocarse en otras cosas, pero siempre debe
tener claro que nada hay por encima de la vida de sus administrados.
Ahora
rescatan el cheque bebé que denostaron y reducen unas décimas el IRPF para
comprar vana ilusión, pero las medicinas que eran gratuitas para los ancianos
ahora son de pago, el IVA del equipamiento hospitalario sube al 21% dejando en
mantillas la reposición de obsoletos y el teatro, el cine y la cultura mueren
ante sus voces altitonantes que gritan y demonizan a quienes les plantan cara.
Pero se les ha olvidado algo importante: sin nosotros, la gente, ninguna idea
se sostiene. ¿Miedo? ¿Quién dijo miedo?