Off the record - 23 noviembre 2007

CIERRE DE FILAS EN EL PP

No habrá cambios en el PP de aquí a las elecciones. La decisión está tomada. El PP que irá a las urnas de marzo es el que hay, cada uno con sus posiciones y cuotas de poder, una vez efectuado el análisis de que la intención de voto, aún manteniéndose por ahora la pequeña ventaja del PSOE, evoluciona favorablemente, los electores han empezado a tomar conciencia negativa de la situación económica y la valoración de Rodríguez Zapatero desciende de manera suave pero apreciable. Dentro de la dirección de los populares todos asumen que Rajoy tendrá las manos libres para hacer las listas y que todas las “sensibilidades” estarán dentro debidamente posicionadas.

La parte más negativa para el PP de la oleada de octubre del CIS es la valoración de las gestiones del gobierno y de la oposición. El fiel de la balanza para el gobierno socialista se pone en un incómodo “regular” (el 42%), pero para la oposición se va a un desastroso “mala o muy mala” (nada menos que el 50,1%). “Temo que estamos entre Guatemala y Guatapeor”, decía ayer en Madrid, con visible pesimismo, un experimentado dirigente popular andaluz, quien, sin embargo, añadía que cualquier golpe de timón, a estas alturas, sólo podría confundir y retraer a los electores.  

IU: LA POSICIÓN ADECUADA EN EL MOMENTO OPORTUNO

Donde se ha recibido con más satisfacción el cálculo de estimación de voto del CIS, y el recorte a sólo 2,3 puntos de la ventaja del PSOE sobre el PP es en los cuarteles generales de Gaspar Llamazares, que con su 5,5% de votos se convierte en factor decisivo. Alguien que, en su tiempo, colaboró intensamente con Adolfo Suárez en cuestiones electorales ve repetirse el modelo de los años ochenta: “Con IU en la línea Llamazares de pleno respaldo al PSOE, el conjunto de la izquierda española aventaja en casi ocho puntos a la derecha. Son no muchos, pero suficientes escaños por delante. Una cosa es esperar que los nacionalistas moderados te den la mayoría y otra muy distinta que la cambien. La suerte está echada”.

LA ECONOMÍA COMO PALANCA DE CAMBIO

Sea el PSOE o sea el PP ganará por muy poco, pero sólo el que gane podrá gobernar.  No faltan en la dirección del PP los que ven puntos de apoyo suficientes para recortar e incluso dar la vuelta a esos 2,3 puntos de ventaja de aquí a marzo. Te argumentan con los propios datos de la encuesta del CIS: “El 76,6% de los españoles ven la situación económica regular, mala o muy mala, y el 76% ven de igual manera la situación política.

Los más críticos con la actual dirección son escépticos y argumentan, con los mismos datos, que siguen siendo minoría los que perciben el mal horizonte de la economía: “Un 32,2% ve una situación económica mala o muy mala, pero por debajo del 50% en esa posición no hay masa crítica para un deslizamiento electoral suficiente”. Entienden estos últimos que el PP, excesivamente dedicado a las cuestiones territoriales y al problema terrorista, no ha sabido trasmitir en términos políticos, accesibles al común de las gentes, la realidad del deterioro de la situación económica, pese a los esfuerzos de Rajoy por llevar el debate electoral a ese terreno.

FERRAZ, ENTRE EL OPTIMISMO Y LOS IDUS DE MARZO

En Génova se mantiene la expectativa de semanas atrás, esto es, el convencimiento de que, con una buena campaña, el PP está en condiciones de sacar seis o más escaños de ventaja al PSOE en las urnas de marzo. En Ferraz, en cambio, se nota menos nerviosismo y más seguridad. Blanco mantiene el objetivo, inalcanzable según todos los expertos, de sacar seis puntos de ventaja al PP, incluso después de conocida la oleada del CIS.

Las calderas del marketing de Ferraz están a toda presión, pero incluso dentro del PSOE hay políticos experimentados y analistas incondicionales que mantienen inocultable temor a los idus de marzo, esto es, el riesgo de un castigo electoral transversal a Rodríguez Zapatero. “No se ve en los medios, ni aparece por ahora en las encuestas, pero está ahí, latiendo y vivo, porque han sido muchos traspiés en los últimos meses”, dice a este Off The Record un relevante político socialista de mejores tiempos.

NO HAY “FUERA CALZOS” EN LA OPA SOBRE IBERIA

Donde nada está quieto y el escenario cambia casi cada hora es en torno a las presuntas, todavía presuntas, OPAS sobre Iberia. El brillante e inesperado movimiento de Miguel Blesa ha trastornado todo el horizonte de Iberia. Una vez se completen las compras de acciones, es decir, se produzca o no el conflicto del uso del derecho de tanteo por BA, y alcanzado el 23,4% de la aerolínea, ninguna OPA tendrá recorrido sin previo acuerdo con Caja Madrid. Y Blesa lo tiene claro: no se hará con Iberia nadie que no tenga un proyecto claro de mantener y fortalecer el papel relevante de Madrid en el trasporte aéreo internacional.

OPERACIÓN EMPRESARIAL CON RECORRIDO POLÍTICO

La simbiosis entre el vanguardista aeropuerto Madrid-Barajas e Iberia es un sine qua non y tiene coherencia en la lógica línea de compromiso de Caja Madrid con la Comunidad de Madrid. Lo pone difícil a casi todos los candidatos. British Airways tiene su centro natural de operaciones e intereses en el complejo aeroportuario de Londres, particularmente en Heatrow, mientras que Air France tiene que apostar por Charles de Gaulle y Lufthansa por Francfort.

¿Y las ofertas españolas? ¿Por qué tardan tanto en precisar sus perfiles? Ahora todos tienen que hablar con Blesa. Sería decisivo un encuentro entre el ambicioso salmantino de Air Europa, Juan José Hidalgo, y Miguel Blesa, pero hay indicios de falta de feeling entre ambos.

¿DÓNDE ESTÁ WALLY?

¿Y que sucede con Spanair? ¿Cómo es posible que Gonzalo Pasqual no mueva ninguna ficha en un proceso que no sólo va a definir el futuro del sector del trasporte aéreo en España, sino también la posición de España en el trasporte aéreo internacional? Cierto que Gerardo Díaz Ferrán está limitado por su nueva posición institucional como presidente de la CEOE, con temas tan importantes como Marruecos y Venezuela, y Latinoamérica en general, entre las manos, pero los dos gallegos de Marsans están profundamente vinculados con Madrid y la buena sintonía de Díaz Ferrán con Esperanza Aguirre es bien conocida.