www.diariocritico.com
Cambiar de opinión

Cambiar de opinión

lunes 23 de febrero de 2015, 14:25h
Cuando hace muchos años tuve la oportunidad de visitar el Berlín oriental, reconozco que tras el tristemente célebre "muro" no tuve más remedio que enterrar algunas veleidades políticas porque aquello, lo que yo vi y sentí, no coincidía en absoluto con la sociedad a la que muchos aspirábamos y aun seguimos en ello. Felipe González se atrevió a decir claramente que prefería morir apuñalado en el metro de Nueva York que de aburrimiento en el entonces demasiado seguro Moscú. Pero parece que la percepción de la realidad nunca es del todo objetiva y pase lo que pase, se vea lo que se vea, todo se tiñe de un color complaciente, un discurso que lo justifique o unos silencios y evasivas excesivamente delatoras.

Hace unos días el programa de Antena 3 "En tierra hostil" nos mostraba -de la mano de un curioso personaje llamado Alejandro Cao de Benós, el estrafalario conglomerado de mentiras, mitomanías y contradicciones de una Corea del Norte que sería hasta graciosa de puro ridícula si no fuera absolutamente trágica. Pues bien, pese a todo lo que se sabe de ese régimen dictatorial y despótico hasta el infantilismo, hay sectores de la Unión de Juventudes Comunistas de España que siguen defendiéndolo como ejemplo de la lucha antiimperialista. En realidad, tal y como están las cosas, da más pena que preocupación lo que digan o lo que crean los jóvenes comunistas.  Pero con el asunto bolivariano no pasa lo mismo. 

En ese mareo interesado que suelen ser las encuestas, Podemos alcanza notas brillantes en intención de voto. Su presencia mediática sigue subiendo las audiencias aunque la penúltima y memorable intervención de Pablo Iglesias -llamando don Pantuflo a Inda- provocó más rechazo que admiración por la prepotencia crispada que dejó traslucir tanto en el discurso como en el gesto. No me voy a referir a ningún problema de Monedero y admito de entrada que los jóvenes profesores de Podemos han cambiado su discurso interior y tratan de mirar más hacia Europa que hacia Latinoamérica. Pero si según el tópico todos somos presos de nuestras  palabras y  también de nuestros silencios, ¿cómo es posible que a estas alturas de encarcelamientos políticos en Venezuela Podemos siga si condenar unos hechos cuyas imágenes están dando la vuelta al mundo? Es que ya no se trata de teorizar sobre esas conspiraciones paranoicas de Maduro ni de justificar una política económica desastrosa; es que la detención del alcalde Caracas está ahí expuesta a los ojos de todos que contemplan asombrados como un montón de uniformados con la cara tapada entran violentamente en el despacho del acalde de Caracas y se lo llevan a empujones. ¿Hacía falta ese espectáculo o estaba todo calculado? Da igual, de Maduro no es fácil esperar nada coherente ni mucho menos democrático, pero me pregunto otra vez ¿cómo es posible que tras esas imágenes de la "captura" de Ledezma y sabiendo que Lopez lleva un año encarcelado, sea incapaz Podemos, un partido que aspira a gobernar un país de la EU, de condenar seriamente y claramente estos atropellos? No sólo se puede cambiar de opinión; es que se debe hacerlo cuando los hechos reales desmienten las utopías. 
a.aberasturi  
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios