Investigar es sufrir

En España ningún gobierno, e insisto en lo de ningún gobierno, ha tenido a la investigación como prioridad. Ni populares ni socialistas han dotado de recursos suficientes a la investigación, ni al Centro de Investigaciones, CIS, ni a otras instituciones que de manera casi heroica intentan mantener sus programas de investigación. Y con la llegada de la crisis la situación aún ha empeorado de manera que en los últimos años ha habido una auténtica "fuga de cerebros", de jóvenes investigadores que desesperados han emigrado y eso si, han encontrado trabajo en laboratorios y centros de investigación de países europeos, Estados Unidos, etc.

Un país que no tiene un programa potente de investigación, que no fomenta, cuida y procura recursos suficientes a investigar es un país sin futuro. A mi me produce rabia infinita que nuestros gobernantes prefieran que España sea un país de servicios en vez de un país de investigadores.

Hace unos días hablando con un prestigioso investigador, el doctor Ramírez Camacho, me explicaba con resignación que el Grupo de Investigación Otológica que se puso en marcha en 1988 entre la Universidad Autónoma y el Hospital Puerta de Hierro de Madrid, está a punto de hacer aguas por falta de dinero.

Ramírez Camacho es el jefe del servicio de Otorrinolaringología del Hospital Puerta de Hierro y en sus palabras más que una queja lo que traslucía era estupor por tener que defender lo evidente.

En España hay un millón de personas que sufren sordera del oído interno, de las cuales cien mil sufren una sordera profunda. Y en el mundo, según la organización Mundial de la Salud hay 250 millones de personas con sordera que según esté organismo es la tercera causa más importante de discapacidad. Pero hay más, como me explica el doctor Ramírez Camacho la tercera parte de los mayores de sesenta y cinco años tienen problemas de audición, es algo que nos termina afectando en mayor o menor medida a todos.

El Grupo de Investigación Otológica es el único laboratorio de investigación dirigido por médicos clínicos que hay en España, y es tal su prestigio fuera de nuestras fronteras, que acuden enfermos de otros países en busca de diagnósticos o soluciones a sus problemas de audición.

Lo cierto es que si no fuera por la gravedad del asunto darían ganas de reír porque al parecer el problema del que puede depender la continuidad del Grupo de Investigación Otológica es porque necesita diez mil euros anuales para la compra de material reactivo y trece mil para pagar a un técnico de laboratorio, un biólogo. Es decir que si no obtienen 23.000 mil euros este grupo de investigación terminará echando el cierre por falta de medios.

Para seguir riendo o mejor llorando, en nuestro país son los investigadores científicos los que además se encargan de buscar financiación a sus proyectos. Lo cual es el colmo. En este caso me pregunto que para qué están los que dirigen el Hospital de Puerta Hierro, o la Universidad Autónoma. Me parece un sarcasmo que los científicos que están investigando como combatir la sordera, el cáncer, el alzheimer, etc, tengan además que detraer parte de su tiempo a convencer a Fundaciones de que les de un mecenazgo para poder pagar sus investigaciones. Produce vergüenza.

Pero de eso no hablan nuestros políticos en su carrera electoral. Hasta el momento no he escuchado a ninguno comprometerse a hacer de España un gran centro de investigación científica mundial. Ni Mariano Rajoy, ni Pedro Sánchez, ni Alberto Garzón, ni Albert Rivera, ni Pablo Iglesias, ya no digo Artur Mas, porque a éste último todo lo que no sea la independencia le resulta ajeno, pero ya digo que ningún líder parece preocupado por la deplorable situación en la que se encuentran nuestros científicos.

Lo peor es que un país donde no se invierte en educación e investigación es un país sin futuro. Y mientras nuestros políticos están en Babia o mirando al adversario pare decirle "y tú más".