Ecuador instala su Asamblea Constituyente

La ratificación del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, y el cese de las funciones del Congreso serán las primeras acciones de la Asamblea Constituyente que se instalará el próximo 29 de noviembre en la ciudad costera de Montecristi, señaló Alberto Acosta, el virtual presidente de esa asamblea.
En una entrevista que publica hoy el diario El Universo aseguró que la Constituyente "no administrará justicia, no gobernará. Ratificaremos al presidente de la República, que va a poner su cargo a disposición de la Asamblea", añadió Acosta, que fue el candidato asambleísta más votado en las elecciones del pasado 30 de septiembre.
"Una Constituyente es de plenos poderes, con capacidad para gobernar, legislar, fiscalizar, administrar justicia. No vamos a asumir todo, pero consideramos que, además de redactar la Constitución, tenemos que legislar y fiscalizar", añadió.
Además, insistió en que los asambleístas no van a "aceptar que siga funcionando el Congreso con los actuales diputados" y se sugerirá que los actuales legisladores "cesen en sus funciones".
Acosta pertenece al movimiento Acuerdo País, grupo que lidera el presidente Correa, y que logró 80 de los 130 escaños que integran la Asamblea Constituyente.
Por otra parte, indicó que su grupo político, mayoritario en la Asamblea, no presentará en Montecristi un texto para la redacción de la nueva Carta Magna y dijo que promoverá el diálogo y el respeto con grupos contrarios al suyo.
No obstante, fue tajante al señalar que no aceptará negociaciones sobre asuntos trascendentales. "Si estamos desarmando la estructura neoliberal y hay gente que no está de acuerdo, está en el sitio equivocado", acotó.
Por ejemplo, dijo, "la educación y la salud son públicas, son un derecho humano y tienen que ser gratuitas. La actual Constitución dice que la salud es gratuita pero que se puede cobrar a los que tienen plata (dinero), eso es abrir la puerta a la privatización", comentó.
"Necesitamos un Estado que planifique, controle, regule, intervenga cuando sea necesario, que incluso ejecute cuando sea indispensable", subrayó Acosta, tras opinar que la nueva Constitución debería "combatir los oligopolios y los monopolios. El principio fundamental es la solidaridad, no la libre competencia".
Según Acosta, la nueva constitución debe aceptar una competencia "regulada", a través de "normas que impidan las prácticas monopólicas y oligopólicas".