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Hacienda, la salvación de Rato

Hacienda, la salvación de Rato

miércoles 22 de abril de 2015, 15:11h
Sí, aunque suene a despropósito, un error garrafal de Hacienda podría salvar a Rodrigo Rato de cualquier imputación penal.

En la instrucción, que la Dirección General de Tributos puso en marcha meses después de la amnistía fiscal de Montoro, dejaba sin efecto la seguridad jurídica de los que se acogieron a la regularización mediante el modelo 750. Es decir, una simple instrucción vaciaba de contenido esa amnistía fiscal al indicar que si Hacienda encontraba una irregularidad al investigar al "contribuyente arrepentido" podría utilizar la información aportada en su declaración complementaria. Según destacados juristas esto es claramente inconstitucional.

Estas anomalías jurídicas podrían estar detrás del peloteo entre los juzgados de Plaza de Castilla, la Audiencia Nacional, la fiscalía anticorrupción e incluso la Fiscal General del Estado. Nadie quiere hacerse cargo del caso hasta que no se resuelvan los recursos de reforma y apelación que podrían dejar todo este escándalo mediático en papel mojado y al ex vicepresidente del Gobierno sin cargos por este asunto. Porque luego queda lo de Bankia y las tarjetas opacas y eso le va a costar su patrimonio, el que tiene en España, porque el del paraísos fiscales es inembargable..

Los sufridos trabajadores con nómina, los pocos que quedan en este país, contemplan estupefactos como al mismo tiempo que les llega a su domicilio el borrador de su declaración de IRPF, con el minucioso recuento de sus ingresos, se enteran de que hay 715 contribuyentes de los llamados "personas de exposición pública" que regularizaron con la amnistía lo que les convenía, lo que les iban a pillar, mientras dejaron a buen recaudo el resto de su patrimonio.

Y entre ellos, según está filtrando la misma Hacienda, hay cargos públicos, diplomáticos, miembros de la magistratura etc. Porque esa es otra derivada: no dan la lista con los nombres pero nos vamos a enterar de todo. En su chusca comparecencia en el Congreso, el  Director General de la Agencia Tributaria explicó a sus señorías, con un lenguaje más propio de barra de bar que del Parlamento, como el escándalo era de "pera patatera"; frase que va a pasar al anuario de las mas idiotas. Y también dejó caer la sutil amenaza de que en las listas hay "de todo y de todos". Pues cambien la ley y hagan públicos los nombres. Así evitarán la convicción ciudadana de que se tapan las vergüenzas los unos a los otros. Salvo que interese en campaña electoral buscar un chivo expiatorio con el que demostrar la eficacia en la persecución del fraude.

Esto no ha hecho más que empezar. Con la famosa lista en tantas manos se empezaran a dejar caer nombres según interese. Todo muy edificante en plena campaña de la renta.
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