Se ha abierto la veda en el mercado iraní tras la firma del acuerdo nuclear y todos los gobiernos occidentales acuden a un panal de rica miel con un plan quinquenal de desarrollo 2016-2021 de 361.000 millones de dólares, muchos miles de millones de euros. España no se ha quedado atrás y la lanzado una ofensiva política y económica con una visita conjunta de los ministros de Asuntos Exteriores, Fomento e Industria acompañados de 61 empresarios de todos los sectores que pueden hacer negocios comerciales e inversiones. Infraestructuras, transporte, industria del petróleo y gas, energías renovables, agroalimentación o turismo son los principales sectores de cooperación.
A tenor de lo escuchado de los dirigentes iraníes, reciben a España y a sus empresarios con los brazos abiertos dentro de una política de desarrollo que tiene como uno de sus elementos principales la diversificación de proveedores. Una fuente oficial iraní aseguraba que España va a tener su protagonismo en la recuperación económica de Irán con unas gestiones profesionales que avalen proyectos a medio y largo plazo.
Como aseguraron el vicepresidente iraní, Masoud Soltanifar, y el presidente de la Cámara de Comercio, Mohsen Jalalpour, se trata de construir una relaciones estables, sostenibles y con una voluntad duradera. Entre los iraníes causó un impacto especial la alusión del ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo sobre el cumplimiento de la palabra dada. En Irán, también, se apresuró a asegurar el vicepresidente Soltanifar. La confianza es el principal reto de los iraníes. Tienen que hacerse merecedores de la confianza occidental por su cumplimiento del acuerdo nuclear que es la clave para la cooperación que se abre y la opción de la financiación en los mercados internacionales de su ambicioso plan quinquenal de desarrollo.
En estos momentos, los deseos por ambas partes son los mejores para caminar juntos, como dijo el ministro de Industria, José Manuel Soria. Incluso, el ministro García Margallo apeló a la antigüedad de España e Irán, a su riqueza cultural y a una colaboración que pueda brindar a los dos países un área de influencia que va mucho más allá de sus propias fronteras como socios en Oriente Medio, en Europa, en América Latina o el norte de África. La ministra de Fomento, Ana Pastor, habló del papel fundamental que pueden jugar las empresas españolas en la recuperación de Irán; empezando con un vuelo directo Madrid-Teherán y Barcelona-Teherán. La oportunidad está servida, hay que saber aprovecharla.
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