El portavoz del equipo de Gobierno, Nicolás Clavero, y el concejal de Urbanismo, Alberto Lillo, han dicho que lo más "previsible" es que el cierre se produzca el lunes una vez que la Policía Local entregue al propietario la orden de clausura, y a partir de ese momento deberán iniciarse las obras sin permitir el acceso a nadie excepto a quienes realicen las obras y al propietario en el caso de que necesitara recuperar algún objeto.
La clausura, ha insistido Lillo, no es definitiva y la reapertura del edificio está condicionada a que se cumplan las obras que la empresa ha presentado, a través de un informe registrado en la Concejalía de Urbanismo, que va a acometer para garantizar la seguridad de los clientes y trabajadores, por lo que una vez que se realicen y los técnicos del Ayuntamiento hagan la correspondiente revisión para comprobar que se han cumplido los compromisos, el Consistorio no tendrá problema en facilitar su reapertura.
El complejo abrió en 2006
El complejo Cumbria --compuesto por un Centro de Negocios, un hotel, un restaurante, gimnasio y spa entre otros servicios-- abrió en el año 2006 sin la correspondiente licencia de apertura y desde 2011 la anterior Corporación, presidida por Rosa Romero, recibió numerosos informes negativos por parte de los técnicos municipales en los que, además de referirse a esa carencia de licencia, alertaban de la falta de medidas de seguridad necesarias en el edificio, lo que suponía un riesgo para la vida de las personas.
En concreto, entre 2011 y 2015 hay al menos seis informes de estas características sin que el equipo de Romero hubiera tomado ninguna medida al respecto.
Ahora, si se acometen las obras durante la clausura, el Ayuntamiento trabajará también en la posible concesión de la licencia de apertura si cumple la normativa, "igual que se le exige a cualquier ciudadano. A partir de este momento, con este equipo de Gobierno, la legalidad se cumple", ha sentenciado Lillo.