En el transcurso de en un desayuno informativo, García-Page ha explicado que "descender al nivel de la distribución de escaños, cuando a veces se van a jugar por un punto o por dos, es muy complicado".
"Las encuestas en España tienen un problema muy serio, cuando se hacen con mil o dos mil encuestados, por muy buena voluntad que le ponga el encuestador", aunque algunos las realicen "para orientar el voto de la gente y no para decir lo que piensan", ha espetado.
En este punto, ha subrayado la posibilidad de que existan resultados "curiosísimos", de manera que partidos "con dos puntos de distancia sobre otro obtenga hasta 40 diputados", dada la existencia de casi una treintena de provincias "que adjudican diputados por diferencias mínimas" y es en ellas donde, a su juicio, "se va a jugar realmente la batalla electoral".
García-Page ha defendido el establecimiento de un criterio por el cual los encuestadores tengan que asumir "algún tipo de responsabilidad cuando viene la verdad".
"Estamos acostumbrados en España a que la gente hace encuestas que no tienen nada que ver", al igual que "hace treinta años el hombre del tiempo, que se equivocaba casi todos los fines de semana y no pasaba nada", ha puntualizado.
A este respecto, ha valorado, las encuestas "no son elemento baladí, porque tienden a crear mucha opinión en momentos muy sensibles", por lo que, si no se ajustan a la realidad, "tendrá que pasar algo, porque los demás asumimos responsabilidades cuando nos equivocamos", ha concluido.
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