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PSOE, C's, Podemos... el orden de los factores sí altera el producto

jueves 10 de marzo de 2016, 08:53h

Desde aquellas primeras elecciones municipales del 3 de abril de 1979 que llevaron a diferentes alcaldías de nuestro país a gobiernos de coaliciones, se han venido sucediendo pactos entre las distintas formaciones políticas, polarizando el voto en izquierda, o derecha en virtud del número de concejales electos de cada formación.

Repasando brevemente los partidos que concurrían a dichas elecciones, por ejemplo en Andalucía, PSOE, Partido Comunista de España (PCE) y Partido Socialista de Andalucía (PSA) estos últimos pseudonacionalistas, formaron diversas coaliciones que llevaron a un buen numero de socialistas a las principales alcaldías e incluso a un comunista como Julio Anguita a la alcaldía de Córdoba con los votos del propio PCE, mas PSOE y PSA.

En Madrid, hubo un empate a 25 concejales entre la Unión de Centro Democrático (UCD) que encabezaba José Luis Álvarez y el candidato del PSOE Enrique Tierno Galván. La otra fuerza que alcanzo representación fue el PCE encabezado por Ramón Tamames. Nadie dudó al ver los resultados esa misma noche electoral, que el PCE apoyaría al PSOE para llevar al Viejo Profesor al sillón presidencial de la Plaza de la Villa.

Desde entonces, siempre se ha entendido tácitamente que los partidos de signo izquierdista, serian capaces de llegar a alianzas electorales posteriores al resultado electoral en cada convocatoria, en los grandes municipios y en casi todas las comunidades autónomas, salvo cuando Izquierda Unida dio su apoyo al PP y José Antonio Monago fue elegido Presidente de Extremadura. Se da la circunstancia que Monago sufría el extraño síndrome de la desubicación parlamentaria y cada vez que iba en su condición de senador a Madrid según me cuenta un amigo, se le veía con frecuencia consultar la brújula cada vez que abandonaba el Palacio de la Plaza de la Marina Española, pues en dieciséis ocasiones iba de Madrid a Mérida, pasando por Canarias, en uno de los más extraños casos de deslocalización existencial, lo que ha dado pie a varios expertos a bautizar dicho fenómeno, como el Síndrome Monago. Algo raro pasa en la cámara alta, cuando además de este realmente curioso síndrome, se da también el del senador perdido, que afecta entre otros casos a Rita Barberá como claro exponente de esta enfermedad rara.

De siempre la izquierda ha sido solidaria y han votado conjuntamente, como recientemente se ha visto en las pasadas elecciones municipales y autonómicas, donde la suma de izquierdas ha llevado a socialistas y miembros de agrupaciones electorales afines a Podemos, a alcanzar un buen número de alcaldías y gobiernos autonómicos.

En este inacabable período de búsqueda del aspirante a ser investido Presidente del Gobierno, nos encontramos que alguien tal vez forzado por los poderes en la sombra o las baronías de su propio partido, ha roto ese tácito pacto que no permite a la izquierda ponerse de acuerdo, pero ni tan siquiera a organizarse. Parecía que después de la espantada de Mariano Rajoy, lo más lógico vistos los precedentes ideológicos al uso, hubiera sido tener un dialogo entre fuerzas de la izquierda no independentista como PSOE, PODEMOS y sus confluencias, e IU, que hubieran avanzado en unas negociaciones que desembocasen en acuerdo pero que deberían de haber conformado en cualquier caso una alianza natural, aun cuando contasen con el hándicap de no alcanzar los votos suficientes para alcanzar la mayoría simple.

Una vez alcanzado dicho preacuerdo, lo natural hubiera sido buscar un posible acercamiento con otras fuerzas no nacionalistas que como Ciudadanos, con el fin de buscar al menos la abstención de estos, de forma que no dificultasen el paso hacia una investidura a favor de Pedro Sánchez.

Pero como decía en el enunciado de este articulo, este producto no guarda la propiedad conmutativa y el orden de los factores, ha alterado de manera grave el resultado final. Es sorprendente que el primer pacto del PSOE, se ha llevado a cabo con el partido de Albert Rivera, alguien que ideológicamente no esta en el espectro de la izquierda ni mucho menos y este maridaje inesperado, y a la vista de los resultados, inútil, solo ha conseguido el rechazo de todas las fuerzas de la izquierda que se han sentido menospreciadas por los socialistas. No es lo mismo firmar un acuerdo con un extraño ideológico y luego buscar el apoyo de la izquierda, que al revés.

Sorprende igualmente la gran celeridad con la que se ha producido dicho acuerdo, firmado, fotografiado y difundido a los cuatro vientos por los lideres del PSOE y C`s y sometido a un referéndum entre la militancia del PSOE, de cuyo resultado se ha hecho un uso maniqueo convirtiendo en “gran éxito del si al pacto”, esgrimiendo los mismos argumentos matemáticos que se sostienen para defender que las pasadas elecciones catalanas, los separatistas no alcanzaron los apoyos necesarios para poner en marcha el proces.

La confusión y perplejidad aumenta, cuando Ciudadanos dice ahora que en ningún lugar del documento firmado con el PSOE se indica que el Presidente del Gobierno tiene que ser Pedro Sánchez... También dice il bello 2, que en el PP sobra Rajoy, algo por otra parte evidente, pero añade Rivera que no descarta un gobierno con el PP, pero con otro líder. Habría que saber qué opina de todo esto il bello 1, que a modo de matrimonio indisoluble sin Tribunal de la Rota posible, quiere llevar a Rivera cual hermano siamés a todos los lugares donde asista.

Por otra parte a la hora de volver a tomar contactos para buscar salidas negociadas, nos encontramos con posturas más propias de pandilla de colegiales donde si viene Pablito, entonces no viene Albertito y viceversa. ¡Nos estáis aburriendo entre todos! Y como diría mi amigo que vigila lo que pasa en el Senado: “La próxima vez los va a votar su padre”.

Si cada uno mantiene sus posturas y no se parte de un borrón y cuenta nueva, no veo otra solución que pasar de nuevo por las urnas y volver a gastar otros 130 millones de euros como los invertidos en los anteriores comicios. Con ese dinero que sus señorías quieren nuevamente despilfarrar, imagínense lo que podrían hacer Cáritas, el Banco de Alimentos o el Padre Ángel y sus Mensajeros por la Paz con semejante cuantía por aquellos que tanto necesitan ayuda.

La estrategia de Pedro Sánchez no le va a permitir avanzar hacia La Moncloa, pero el debe pensar que de esta manera siempre nos quedará Ferraz……

JOSE JOAQUIN FLECHOSO

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