La Audiencia condena a 137 años de cárcel a la acusada de matar a dos ancianas

La Audiencia Provincial de Madrid acordó a finales de julio prorrogar hasta el 31 de agosto de 2066 la situación de prisión de Encarnación Jiménez Moreno, conocida como 'la mataviejas', condenada a 137 años de prisión por matar entre abril y julio de 2003 a dos ancianas y robar a otras 15 en sus viviendas de la capital, en su mayoría en el barrio de Salamanca. Tras dictar sentencia la Sección 17ª solicitó a la Fiscalía de Madrid, a la defensa de la condenada y a la acusación particular alegar si estimaban oportuno la libertad de Encarnación, que llevaba en prisión desde julio de 2003, hasta que su abogado interpusiera el recurso de casación contra la sentencia condenatoria.

Sin embargo, en una audiencia, el abogado David González, que representaba a una de las víctimas, se mostró contrario a su puesta en libertad, ya que ello supondría "una alarma social" teniendo en cuenta el historial delictivo de la acusada, que además sufre un trastorno grave de personalidad. Por tanto, en un auto, notificado a las partes, el tribunal acordó prorrogar la situación de prisión de Encarnación hasta el límite de la mitad de la pena impuesta, por lo que su estancia en la cárcel se prolongará hasta el 31 de agosto de 2066.

El fiscal había reclamado 223 años de cárcel para la acusada quien en el juicio aseguró que no recordaba ninguno de los hechos que se le imputaron aunque dos peritos señalaron que las huellas y el ADN analizados se correspondían con los de la procesada. La acusada también explicó que no sabía cómo llegaron a su vivienda varias pertenencias de las víctimas (unos prismáticos y un reloj, que encontró la Policía en el registro), ni por qué sus huellas se encontraron en los domicilios asaltados al igual que los restos de su ADN en algunas colillas recogidas en las casas de las ancianas. Encarnación J.M. reconoció que sufría crisis convulsivas y problemas psiquiátricos desde los 14 años y que en la prisión había recibido tratamiento y tenía que ser vigilada porque se autolesionaba.

Por su parte, una de las ancianas asaltadas, Antonia, relató en el juicio que el 8 de julio de 2003 la acusada llegó a su casa ofreciendo joyas y le pidió un vaso de agua tras lo que, dijo, "me metió un trapo en la boca y me ato los pies a la pata de la cama con el pijama de mi marido y las manos a la espalda". "Después empezó a sacar la ropa de mis armarios y se llevó unos 900 euros que tenía y todas las joyas", añadió.
Según el Ministerio Fiscal este "modus operandi" fue utilizado por la acusada en todos los robos con intimidación que se le imputaron y, en dos de ellos, provocó la muerte de las ancianas por asfixia. 

El primer asesinato lo cometió a las 13.00 horas del 18 de abril de 2003. Ese día Encarnación Jiménez llamó a la casa de su víctima -de 96 años de edad- y ésta le abrió la puerta. La acusada "se abalanzó sobre la anciana, a quien amordazó taponándole la boca con el vestido de una muñeca que encontró en el domicilio". "Seguidamente le ató las manos a la espalda a la altura de la nuca, así como los pies con prendas de vestir, provocando de ese modo la muerte por asfixia".

El segundo crimen lo realizó tres meses después, el 8 de julio de 2003, cuando llamó a un domicilio de la capital haciéndose pasar por una señora que vendía artículos de joyería. Encarnación Jiménez entró en el piso de la mujer -de 64 años- y la ató de pies y manos con una blusa, unos calcetines y un cinturón. Además, "le anudó fuertemente alrededor del cuello un pantalón de pijama", lo que provocó la muerte de esta mujer por asfixia.

Encarnación, detenida el 16 de julio de 2003, robó en los domicilios de todas sus víctimas, excepto en el de una, del que se dio a la fuga al percatarse que estaba la nieta de la anciana, y se apoderó de dinero en efectivo, joyas y diversos efectos.