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El encausado estuvo desaparecido, pero finalmente se entregó

El Supremo ratifica la condena de 17 años por la muerte de Ndombele

lunes 17 de diciembre de 2007, 12:06h
El Tribunal Supremo (TS) ratificó la condena de 17 años y seis meses de prisión que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) impuso a José David Fuertes Sánchez por el asesinato a puñaladas del menor angoleño Ndombele Augusto Domingos ocurrido en julio de 2002 en el polígono de Costa Polvoranca, situado en Alcorcón.
El Alto Tribunal desestimó así el recurso interpuesto por el acusado contra la sentencia dictada por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid que rebajó de 18 años a 17 años y medio la condena impuesta a Fuertes por la Audiencia Provincial de Madrid.

En junio de 2006, un jurado de la Audiencia de Madrid consideró probado que a las 5:15 horas del 20 de julio de 2002 en las inmediaciones del pub Inn, ubicado en el polígono de Costa Polvoranca, en Alcorcón, se inició una discusión entre Pablo G.S. y un grupo de jóvenes, entre los que se encontraba la víctima, Ndombele Augusto Domingos, de 16 años de edad.

Tras la pelea, Pablo G.S. volvió al lugar de los hechos acompañado de José David Fuertes que, utilizando una navaja, apuñaló dos veces "de forma sorpresiva y sin mediar palabra" a Ndombele, provocándole la muerte.

Recurso inadminitido
Fuertes recurrió en casación la sentencia condenatoria del TSJM alegando quebrantamiento de forma, vulneración de precepto constitucional e infracción de Ley. Pero la resolución judicial del Supremo desmontó uno por uno los motivos que sustentan el recurso interpuesto por la defensa, basado fundamentalmente en las contradicciones apreciadas en el testimonio de uno de los testigos principales, Jesús María V.M., un joven amigo de la víctima que presenció los hechos.

A este respecto, el Tribunal concluyó que "no cabe descartar la fiabilidad de Jesús María" porque sus declaraciones no fueron contrarias a otras afirmaciones escuchadas en la Sala, sino "complementarias", y alegó que las contradicciones "no afectan al núcleo del hecho como para determinar la descalificación del testimonio".

El conocido como 'caso Costa Polvoranca'  fue uno de los más sonados de los últimos años, ya que estuvo rodeado desde el principio de incertidumbre y contratiempos. El procedimiento judicial comenzó en noviembre de 2004, cuando José David Fuertes se enfrentó a un primer juicio con jurado en el que el fiscal solicitaba para él 13 años de prisión por un delito de homicidio, proceso del que salió absuelto.

Días después de conocerse la sentencia que declaraba la no culpabilidad del acusado, un magistrado de la Audiencia Provincial presentó una denuncia por presunto falso testimonio contra dos testigos del juicio. A partir de entonces, tanto la acusación particular como la acusación popular, ejercida por la asociación El Movimiento contra la Intolerancia (que nunca se mostraron conformes con la sentencia) empezaron a interponer una serie de recursos que dieron como fruto la anulación de la sentencia que absolvía a Fuertes y la repetición del juicio.

En el tiempo que medió entre la puesta en libertad de Fuertes y la repetición del proceso, el acusado estuvo desaparecido, lo que obligó al Tribunal Superior de Justicia a dictar una orden detención. Finalmente, el procesado se entregó ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que decretó su prisión provisional comunicada e incondicional hasta que fuera juzgado.

Pero el 'caso Costa Polvoranca' no estuvo marcado solo por las idas y venidas de Fuertes, sino también por la muerte en extrañas circunstancias de Pablo G.S., uno de los testigos, que fue hallado muerto con un disparo en la cabeza. José David Fuertes siempre acusó en sus declaraciones a Pablo G.S. de ser el autor de la muerte de Ndombele.

Un impulso moral
La delegada de Familia y Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Madrid, Concepción Dancausa, y el presidente del Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, coincidieron en que a pesar de lo positivo de la sentencia del Tribunal Supremo que confirmó la condena de 17 años y seis meses de prisión a José David Fuertes por el asesinato de N'Dombele Augusto Domingos en el polígono Costa Polvoranca de Alcorcón, la muerte del joven es "irreparable" para la familia.

Tras mantener una reunión para analizar las políticas que pueden abordar conjuntamente el Gobierno municipal y el Movimiento contra la Intolerancia, Dancausa e Ibarra opinaron que el fallo del Supremo traslada el mensaje a la sociedad de que casos de este tipo no quedan impunes, por lo que confiaron en que no se vuelva a repetir.

Según el presidente del Movimiento contra la Intolerancia, la sentencia del TS dejó a las claras que la sociedad madrileña y española no va a permitir la violencia y la intolerancia. Ibarra explicó que han sido cinco años "muy duros", especialmente para la familia, después de que un jurado popular absolviera a José David Fuertes y posteriormente, en la repetición del juicio, otro le condenara a 18 años de prisión.

"He visto a una familia rota y a una madre que no daba nada ni por su propia vida después de una sentencia del Tribunal del Jurado absolviendo de una manera absurda al culpable", afirmó el presidente de la entidad que lucha contra el racismo, quien resaltó que un fallo "tan rotundo" como el del Supremo, que por unanimidad ratificó la condena para Fuertes, "eleva la moral". "Ha sido un impulso moral muy importante para la madre de N'Dombele, a pesar de que es una pérdida irreparable", concluyó Ibarra.
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