El Consejo de Seguridad de la ONU extendió este martes por un año más el mandato que permite la presencia en Irak de las tropas de la coalición multinacional encabezadas por EEUU, en lo que Bagdad espera que sea la "última petición" de asistencia militar internacional.
La resolución adoptada por unanimidad por los quince miembros del Consejo de Seguridad "reafirma" la autorización otorgada por la ONU en 2004 a Washington y sus aliados para mantener fuerzas militares en el país árabe.
El texto señala que la nueva autorización a la presencia de los 160.000 efectivos internacionales se debe a que "la situación en Irak sigue constituyendo una amenaza para la paz internacional y la seguridad".
Tras la votación, el embajador de EEUU ante la ONU, Zalmay Khalilzad, aseguró que la renovación del mandato ayudará a "mantener el impulso" que ha permitido en los últimos meses reducir el nivel de violencia en el país.
"Esta decisión envía el mensaje de que la comunidad internacional entiende que lo que pasa en Irak nos afecta a todos", agregó Khalilzad durante una intervención ante el Consejo.
La resolución agrega que el Consejo de Seguridad tiene que tener en consideración la petición efectuada en una reciente carta remitida al organismo por parte del primer ministro iraquí, Nuri al Maliki.
En ella apunta que esta sería "la última petición" a la ONU para que extendiera la autorización concedida a las fuerzas extranjeras.
En ese sentido, el texto adoptado indica que la extensión del mandato será revisada antes del 15 de junio de 2008, a petición del Gobierno iraquí.
También destaca que la autorización podría "eliminarse antes" si Bagdad así lo solicita.
"Depende de la voluntad del Gobierno de Irak decidir cuándo se revocará este mandato", reiteró el embajador iraquí ante la ONU, Hamid Al-Bayati, a la salida de la reunión.
En la carta al Consejo de Seguridad, al Maliki apunta que las tropas internacionales han cedido a las autoridades iraquíes las responsabilidades de seguridad en ocho provincias y que espera que lo mismo suceda en las otras diez a lo largo de 2008.
Por ello, añade el primer ministro en su misiva, esta es "la última vez" que se deberá extender el mandato de los militares extranjeros en su país.
Las tropas británicas traspasaron esta semana a las fuerzas iraquíes el control sobre la seguridad en la provincia de Basora, en el sur de Irak, en lo que supone uno de los mayores retos para el Ejército iraquí desde la invasión liderada por EEUU, en marzo de 2003.
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