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Rubalcaba rebaja la alerta terrorista

Un testigo montó toda la alarma sobre el atentado islamista

viernes 25 de enero de 2008, 15:23h
Se ha llegado a decir que la célula desarticulada preparaba una especie de 11-M en Barcelona, pero Interior desmiente ese nivel de peligrosidad. Y todo después de que la Fiscalía sí creyera en la posibilidad de que contaran con terroristas suicidas.
   El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró respecto a la polémica del momento en el que la célula islamista de Barcelona iba a cometer atentados suicidas, que tanto el método, el lugar y la fecha de los mismos, procede exclusivamente de la información aportada a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad por el testigo protegido.

    Asimismo, Rubalcaba consideró acreditado que se ha desarticulado una célula islamista radical que preparaba atentados y que algunos de sus compenentes tenían "perfiles suicidas".

Tres de los seis suicidas están huidos

   Tres de los seis presuntos suicidas relacionados con la célula islamista desarticulada el pasado día 19 en Barcelona no pretendían atentar en España y podrían encontrarse en la actualidad en paradero desconocido al no haber sido detenidos en esta operación, según informaron hoy fuentes jurídicas.

  El fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, precisó que los presuntos yihadistas dispuestos a inmolarse en la Ciudad Condal eran un total de seis y no de tres como figuraba en el auto del juez Ismael Moreno.

  El citado auto ponía de manifiesto que las personas a las que se encargó la comisión de los atentados fueron los tres paquistaníes Mohamed Shoaib, Mehmooh Khalib y Imram Cheema, que llegaron a Barcelona "en fechas recientes". El primero de ellos en trasladarse hasta Barcelona fue Khalib que llegó el 8 de octubre de 2007, seguido por Shoaib que llegó el 12 de noviembre. Cheema, por su parte, se desplazó entre mediados de diciembre y principios de enero de 2008.

  "Este patrón es común en organizaciones extremistas islámicas que para ejecutar una acción terrorista suelen desplazar a los suicidas poco tiempo antes de llevarla a cabo", decía el juez. La llegada de los tres se produce aproximadamente dos meses después de que el presunto fabricante de explosivos regrese de un viaje de cinco meses a Pakistán, agrega.
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