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Qué nos enseñan los errores más costosos en el poker

Qué nos enseñan los errores más costosos en el poker
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Por Agencia
martes 29 de abril de 2025, 18:38h

Abordamos las valiosas enseñanzas que deja el juego de cartas más famoso, que no solo son aplicables para el mismo, al suponer también un aprendizaje para la vida.

El poker es un juego complejo y fascinante, que lleva mucho tiempo cautivando a infinidad de jugadores por ir más allá de la suerte o de los cálculos sobre cartas que se puedan hacer, y aflorar una importante vertiente psicológica que es clave para ganar o perder, pero ante todo para saber aprender de las derrotas.

Además, este aprendizaje de los errores es perfectamente trasvasable a los distintos ámbitos de la vida, lo que hace del poker una excelente escuela, como bien saben los jugadores más expertos, quienes han aprendido jugando lecciones como las siguientes.

1-Importancia de estar concentrado en lo que haces

Jugar en modo distendido al poker sin prestar la atención adecuada al final siempre penaliza. Esto, además, no tiene ningún sentido cuando hablamos de jugarse dinero, ya que para relajarse echando el rato hay mejores opciones.

Con todo, no se trata de jugar en tensión, pero sí con el foco puesto en todos los aspectos que exige el juego: posibles combinaciones de cartas que podría ligar, lo que pueden conseguir o haber conseguido los rivales, patrones de juego que siguen, e incluso la información que aporte su lenguaje no verbal.

Es cierto que las partidas que se juegan con amigos tienden a ser más distendidas por inercia, pero esto no deja de ser un contrasentido para el bolsillo, y hay otras muchas actividades que se pueden hacer para relajarse y echar unas risas con ellos, si de eso se trata.

En este sentido, ayuda bastante una opción disponible en la plataforma de poker online de referencia, que posibilita organizar partidas en línea con los invitados que se deseen. Algo que permite a los grupos de amigos jugar en una interfaz que facilita la concentración, y tener la mente puesta en el juego sin distracciones.

2-Gestionar los riesgos adecuadamente

El poker es un juego que te permite ganar dinero cuando ganas, pero hay que tener claro que también lo haces cuando sabes retirarte a tiempo, y no prolongar una mano ni una partida más allá de lo aconsejable. En el primer caso se trata de no ir con unas cartas con pocas perspectivas de ser ganadoras o de no buscar combinaciones poco probables en situaciones objetivas de desventaja con respecto a los rivales. Mientras que en el segundo caso nos referimos a saber cuándo levantarse de la mesa, y no arriesgar más allá de un bankroll fijado de antemano con base a nuestras capacidades presupuestarias.

Esta óptima gestión de riesgos se aplica en todas las vertientes del juego, incluso los bluff, que sería lo más arriesgado de todo, porque se trata de farolear sin unas cartas que respalden los movimientos en la partida. Pero, precisamente para estas situaciones en las que se va sin red es más básico que nunca calcular el momento de hacerlo, cuánto aventurar y si la recompensa a obtener compensa lo que se va a arriesgar.

3-Control de las emociones

Muchos errores graves provienen de jugar con impulsividad o de la frustración, lo que en el argot se denomina como 'tilt'.

Aunque también se mete la pata por todo lo contrario, por exceso de euforia que provoca perder pie con la realidad de las partidas, y confiarse en exceso, tomando decisiones precipitadas o subestimando a los rivales.

De ahí, la importancia de mantener siempre la cabeza fría, en las buenas y en las malas rachas, e incluso, y esto es lo más difícil, cuando objetivamente se ha jugado bien, realizando lo que había que hacer y aun así se pierde. Algo perfectamente factible en el poker, dado que está sujeto a una incertidumbre que es necesario asumir, aceptar y controlar emocionalmente.

Además, al hilo de lo que decíamos antes, también se gana cuando no se pierde todo lo que se podía haber perdido tomando malas decisiones, por más que estas ganancias no sean tan visibles como las que se reciben al ganar una mano.

4-Necesidad de adaptación

El poker enseña que se pueden cometer errores por no ser capaces de reconocer cambios que obligaban a variaciones de estrategia, como por ejemplo la llegada de nuevos rivales con formas de jugar distintas, o el surgimiento de nuevas dinámicas en las partidas tras manos que por su relevancia económica o psicológica han supuesto un antes o un después.

Esa adaptabilidad es necesaria en todos los ámbitos de la vida, porque en el trabajo, sin ir más lejos, siempre van a producirse nuevas situaciones, por la llegada de jefes y compañeros, cambios en el mercado que repercuten en la empresa, irrupción de nuevas tecnologías que modifican la manera de trabajar, necesidad de lidiar con épocas de crisis y un amplio etcétera.

De hecho, se puede afirmar que en la vida lo único inmutable y seguro es el cambio.

5-Humildad y aprendizaje continuo

Incluso los mejores cometen errores, ya se traten de jugadores de poker expertos o de los inversores más prestigiosos, que junto a éxitos increíbles también tienen siempre en su historial dolorosos batacazos, que ellos mismos reconocen que les sirvieron para aprender, una vez analizados con objetividad, sin autoindulgencia pero sin flagelarse tampoco.

Se trata, simplemente, de tener la humildad de reconocer el error, comprender por qué se ha producido y extraer la enseñanza de cara al futuro, lo que representa la esencia principal de lo que nos enseñan, en su conjunto, los errores más costosos en el poker y en la vida.