La nominación fue encargada por la UNESCO al Ministerio de Educación y Culturas, que luego de varias consultas a personalidades sociales e intelectuales, decidió postular a nombre de la República de Bolivia a la Fundación dirigida por la periodista Ana María Romero de Campero. Los ganadores serán escogidos por un jurado internacional compuesto por nueve personalidades de diferentes regiones del mundo.
La UNESCO hace la entrega de este premio económico desde el año 1981 para conmemorar el Día Internacional de la Paz que es el 21 de septiembre. El premio tiene por objeto promover todas las actividades encaminadas al “establecimiento de baluartes de la paz en la mente de los hombres” y recompensar con ese fin una actividad particularmente sobresaliente encaminada a sensibilizar a la opinión pública y a movilizar la conciencia de la Humanidad a favor de la paz.
Criterios para la premiación
El premio establece materias en las que deben impulsar las candidaturas para ser tomadas en cuenta, como la Movilización de las conciencias a favor de la paz; la ejecución, a nivel internacional o regional, de programas de actividades encaminadas a fortalecer la educación para la paz, asociando a la opinión pública a los mismos; la adopción de iniciativas importantes que contribuyan al fortalecimiento de la paz; y la sensibilización de la opinión pública por los grandes medios de comunicación y otros medios eficaces respecto de los problemas de la paz.