HOGAR, DULCE HOGAR DE FERNÁNDEZ DE LA VEGA (…y II)
Bueno, pues las cosas son como son, lo diga Agamenón o su porquero, y este Off The Record ha tenido ocasión de comprobar, en el tema de las propiedades inmobiliarias de la vicepresidenta Fernández de la Vega, lo que indicamos desde el primer momento y es que “nada de nada que pueda inquietar(…)todo clarito y correcto”. Los hechos son los hechos y dicen que: a) la casa de Madrid procede de herencia de sus padres; b) de la casa de Palma de Mallorca, que no es un ático, sólo tiene el 50% de la propiedad; c) en Avila, al fallecimiento de su padre, heredó el 1,27% de una finca, una casa y dos molinos. Pero lo más importante es que el préstamo hipotecario para pagar la casa de La Granja tiene, y así lo hemos podido comprobar, las mismas condiciones que cualquier crédito análogo de Caja Madrid. Merece la pena dejar constancia de ello porque nada hay, ni el menor detalle que este Off The Record conozca, ni en las propiedades, ni en las actividades económicas familiares, susceptible de la más ligera mancha o suspicacia respecto a María Teresa Fernández de la Vega. La vicepresidenta deberá ser juzgada, en su actividad política, como cualquiera, por sus ideas, sus propuestas y sus actos, pero es, sin la menor duda, una persona honrada, que no deriva ventajas económicas de su posición política.
TODOS QUIEREN “FACILITAR LA GOBERNABILIDAD”
A menos de veinte días de las urnas, este último viernes, el organismo oficial de encuestas, el CIS, reputado por haber mantenido el rigor profesional a través de todos los cambios de gobierno desde la transición, rompía a los partidos la relativa paz del fin de semana con los resultados del sondeo más reciente, que venía a confirmar el único pronóstico ya consolidado para las elecciones del cercano 9 de marzo, y es que el recuento será de infarto. El llamado empate técnico es ya un empate a secas, menos de un punto y medio de diferencia entre el PSOE y el PP, y recortándose, con un pronóstico de participación por encima del 70%. Si esto último se confirmase, Rodríguez Zapatero ganaría las elecciones, pero con la victoria más corta de las tres décadas de democracia. Sólo un poco por debajo del 68% de participación ganaría, de forma igualmente mínima, el PP. En ambas hipótesis, la gobernabilidad se convertirá en algo más que un problema. Salvo un movimiento importante de última hora del electorado, que nada hace prever, debemos prepararnos para afrontar cuatro años terribles, con la inestabilidad, incluso el conflicto político, gravitando sobre la crisis económica.
EL “OFF THE RECORD” CAMBIA PARA MEJOR
Adiós con el corazón, que con el alma me quedo. Este Off The Record cambia de manos. Como se anunció días atrás en Diario Crítico, después de varios meses con la cesta de maledicencias y rumores al hombro, me toca volver a lo que más me divierte, que es la información económica, como corresponsal económico de un medio digital, este Diario Crítico, que se extiende ya por todo el ámbito territorial del idioma español, mediante la red de periódicos latinoamericanos. Es un desafío y un serio compromiso, que me inquieta y al que haré lo posible por responder a satisfacción de los lectores. Si todo va según lo previsto, mañana martes estará en el universo digital la primera crónica de esta corresponsalía económica, que no va a quedarse en la macroeconomía, siempre interesante, sino que pretender entrar a fondo en el ámbito de la economía real y por tanto, de la actividad de las empresas. Habrá mucho que comentar, porque como ya he escrito anteriormente, éste es un país, ahora, impulsado por empresarios y trabajadores modernos y competitivos, y lastrado por políticos antiguos y de comportamientos, por decirlo con suavidad, poco edificantes. Bajo el interesante alias de El Topo, este Off The Record queda en buenas manos y sin duda mejorará su interés. Hasta siempre… o mejor aún, hasta muy pronto, porque las más de 800 páginas del “Off The Record de la transición” están casi listas para imprenta, con muchas intimidades que antes o después debían ser reveladas y que a buen seguro provocarán no pocos enfados.
Si (
No(
