El Parlamento de Kosovo declaró el domingo la independencia unilateral frente a la oposición de Rusia, Serbia y algunos miembros de la Unión Europea. El apoyo de Estados Unidos se ha convertido en la clave para la creación de esta nueva república democrática independiente. Por su parte Serbia y Rusia tildaron el hecho de “ilegal”.
Su población es similar a la de Euskadi pero carece de medios básicos para una subsistencia por sí mismo si no es con el apoyo internacional. No tiene ni siquiera un Ejército propio.
Tanto EEUU como la UE han llamado a la calma para evitar cualquier tipo de conflicto en la zona. Está previsto que los principales ministros de Exteriores de la Comisión Europea se reúnan este lunes en Bruselas para reconocer la limitada forma de independencia supervisada que fue recomendada por la ONU.
Francia, Alemania y Reino Unido ya se han mostrado a favor de esta decisión. Sin embargo, otros países, como España, no son tan partidarios de la independencia. ¿Y qué ocurre en clave interna? ¿Están aprovechando los nacionalistas catalanes, vascos y gallegos este tema para sus reivindicaciones?
Nacionalismo vasco
El Gobierno vasco, sí, puesto que ya se ha lanzado. Su portavoz,
Miren Azkarate, convocó el domingo a los periodistas en San Sebastián para leer una declaración institucional en la que defendió la decisión de Kosovo.
Por su parte, el Gobierno de España no se ha cansado de repetir en los últimos meses que lo sucedido en Kosovo no es para nada comparable con la situación interna española, ni en el caso del País Vasco ni en Cataluña.
Catalanes y gallegos
En Cataluña, su Parlamento autonómico votará en las próximas semanas una propuesta de resolución presentada por CiU, suscrita también por las formaciones que dan apoyo al tripartito, que insta a la Unión Europa a “reconocer e integrar, en un futuro próximo, el mapa político resultante” tras la independencia de Kosovo.
El líder de ERC, Josep Lluís Carod Rovira, descartó cualquier paralelismo entre la cuestión nacionalista española y el desenlace de Kosovo.
Pero añadió, sin embargo, que el Gobierno español debe reconocer a Kosovo. “España debe estar al mismo nivel que Europa, no puede ser el último país en reconocer la independencia de Kosovo”, dijo. Oficialmente también hay prudencia entre los nacionalistas gallegos.