SONRISAS Y LÁGRIMAS EN LA MONCLOA
Sonrisas de buena educación y lágrimas de la que se viene encimas. No es unánime la opinión de los dirigentes empresariales sobre la oportunidad, en plenas vísperas electorales, de la visita a La Moncloa por parte del presidente de la CEOE, utilizada por el aparato de propaganda del PSOE para trasmitir una imagen de perfecta sintonía entre el actual Gobierno y los llamados agentes sociales que no se corresponde con la realidad. Gerardo Díaz-Ferrán, liberal convencido y sin ambigüedades, amigo personal y político de Esperanza Aguirre, no es desde luego sospechoso de connivencias socialistas, y su entorno dice, muy justificadamente, que no ha hecho sino cumplir con su obligación, como representante del empresariado español, de acudir a una cita pedida por el presidente en ejercicio del gobierno de España. “No habrá sido divertido para Díaz-Ferrán escuchar al aprendiz de brujo de las reformas estatutarias proclamar la unidad de mercado como objetivo, pero al menos, si sigue en La Moncloa e incumple, que incumplirá, se le podrán recordar sus palabras, algo así como cuando afirmó solemnemente que no estaba negociando con ETA mientras imploraba a la Fundacion Dunant que buscara una vía para reanudar el diálogo tras el atentado de la T4”, dice a este Off The Record un importante empresario y alto dirigente de la CEOE, muy afín a Díaz-Ferrán, y que se toma a broma la promesa de Rodríguez Zapatero de ampliar el diálogo social y concertar la política económica con patronal y sindicatos. Añade el mismo empresario que no lo sabremos porque Díaz-Ferrán cuida mucho la corrección de los comportamientos, “pero no es hombre que se calle lo que piensa y seguro que le habrá cantado más de una verdad al presidente del Gobierno”. El presidente de la CEOE acudiría igualmente a una cita que le solicitase el líder de la oposición, pero, al menos hasta ayer, no se había producido esa invitación. Jesús Caldera, el impulsor de las “regularizaciones masivas” de inmigrantes ilegales, prometió a empresarios y sindicalistas mucho diálogo social en todas las áreas, e incluso, hermético a la elocuencia de los hechos y las cifras, quizá imbuido del melancólico ambiente de La Moncloa, aseguró no sólo que no habrá más paro, sino que en el propio 2008 veremos la creación de muchos puestos de trabajo.
INESPERADA MORAL DE VICTORIA EN EL PP
Sonrisas y lágrimas también con los datos que van llegando en esta recta final, las pocas semanas de campaña, para la cita del 9 de marzo. Euforia excesiva en Génova, donde los dirigentes del PP dan por conseguido el “sorpasso” y aseguran la plena certeza de ganar por entre 3 y 12 escaños. “Desde hace unos días, los teléfonos han vuelto a sonar y no paran, incluso algunos que no llamaban hace bastante tiempo”. El dirigente del PP que nos lo cuenta, con algunos nombres más que curiosos, es consciente de que probablemente las mismas personas se ofrecen con análogo afecto a Ferraz, pero hasta hace poco no se sentían obligadas al “doblete”. Nada nuevo respecto a lo anticipado ayer por este Off The Record, es decir, que el 70% de participación marca el fiel de la balanza, el empate de PSOE y PP, y que por encima gana el PSOE y por debajo gana el PP, cualquiera de ellos con márgenes muy reducidos. Un dato positivo para ambos partidos de ámbito estatal es que la bipolarización empieza a segar la hierba bajo los pies de los partidos menores, incluso de algunos partidos nacionalistas. El “ahora es posible”, respecto a unas elecciones que se daban totalmente por perdidas pocos meses atrás, ha calado en los votantes de derechas y los augures que leen en las entrañas de las encuestas aseguran que su movilización es total, de modo que los votantes del PP acudirán masivamente a las urnas. De ahí que la consigna de Ferraz a todas sus terminales regionales y provinciales insista en la necesidad de movilizar a todos los electores de izquierdas. “Estas elecciones no se ganan, las pierde alguien”, es la frase coincidente en los cuarteles de campaña, a uno y otro lado.
BUENOS DEBATES EN UN RARO ESCENARIO
La novedad es cierto escepticismo, en ambas bandas, respecto al valor, decisivo o no, que cobren los anunciados debates entre los líderes. Tal como están las cosas, los mejores expertos opinan que los debates serán interesantes, pero no decisivos. El de hoy en Antena 3, entre Solbes y Pizarro, es un debate para ”connaisseurs”, en el que el interés aparece centrado menos en los contenidos, lo que tiene su aquel en plena crisis económica, que en ver cómo “comunica” el recién llegado a la política que viene de las candilejas de ENDESA. Las grandes preguntas no están en lo que ofrezcan uno y otro a los ciudadanos para el horizonte de la economía, sino hasta qué punto está agotado y amortizado el profesor Pedro Solbes, y hasta qué punto está preparado para la primera línea de la acción política el gestor Manuel Pizarro. Aquí sí que no cabe el empate. Uno de los dos saldrá “laminado”. Más complejo es el modelo para los debates entre Rodríguez Zapatero y Rajoy. Un raro escenario –el de la Academia de Televisión, como si la Asociación de la Prensa no fuera el obvio si se opta por hacerlo fuera de las grandes cadenas– y eso sí, dos moderadores de máximo prestigio. Es difícil algo que objetar a dos periodistas del nivel, experiencia en televisión y rigor profesional de Manuel Campo Vidal y Olga Viza. Cada uno de ellos tendrá su corazoncito, pero les sobra profesionalidad para asegurar el juego limpio en los debates. En cambio, es razonable el enfado de las dos grandes cadenas, líderes de la televisión en España, Antena 3 y Telecinco. Cualquiera de ellas, y más razonablemente las dos, hubieran sido el escenario natural de los debates. El salto del escenario real a otro más o menos virtual supone un injustificable desprecio y maltrato por parte de PSOE y PP, pero la suerte está echada.
Si (
No(
