No es cuestión de perder la presidencia del Gobierno por no saber que es un bono-bus, pero, ¡caramba!, tampoco está de más sabérselo cuando te tiras toda la noche diciéndole a Zapatero que menos macroeconomía y más hablar del bolsillo de la gente. O quizás el tema no está en que Rajoy no sepa lo que es un bono bus y el problema es que no se explica como le pueden sacar el billete hablando de emigración. Bueno, pues entonces resulta que Pedro Arriola y compañía no le han enseñado a encajar en público y ante las cámaras los codazos del contrario sin decir “¿y eso que es?” o reírse Zapatero abiertamente y que se le vea mirarle con displicencia.
El problema de Rajoy es que lleva cuatro años actuando como si un chisgarabis le hubiera incautado el poder y solo puede tratarle o con desprecio o con agresividad. Y bueno, pues eso no da bien en pantalla para mover votos. Pero salvo resultado de goleada y anoche Zapatero ganó, pero no por goleada, estos debates sirven mucho para convencer al propio electorado y muy poco para que nadie cambie un sufragio. Y ahí si que el primer cara a cara Zapatero-Rajoy ha podido ser efectivo.
El presidente ha estado más agresivo de lo habitual con su rival y eso se lo agradecerá su votante más de izquierda y Rajoy ha vuelto a ser el radical de toda la legislatura que tanto ha gustado a sus votantes. Con todo, lo mejor del debate es que se haya celebrado y que además haya sido en campo neutral, sin que los dos grandes partidos hayan engordado el share de ninguna cadena de televisión en particular. Enhorabuena a la Academia de Televisión porque la organización y la realización ha sido estupenda en el poco tiempo que han tenido para montar un debate de la nada. Por cierto que les ha sobrado tanta foto de la directiva con los candidatos. Ni que hubieran inaugurado un pantano…
Si (
No(
