Según una nota oficial, la Cancillería convocó hoy a Héctor Arenas Neira, ministro consejero de la Embajada de Colombia en Quito, para notificarle que "el Gobierno de Ecuador ha decidido romper relaciones diplomáticas con el Gobierno de Colombia".
"Esta decisión fue adoptada frente a la evidente violación de la soberanía nacional y de la integridad territorial del Ecuador", en el ataque llevado a cabo el sábado pasado por militares colombianos contra un campamento de las FARC en territorio ecuatoriano, señaló el texto.
En ese ataque murieron 21 guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), entre ellos el portavoz internacional y "número dos" de esa guerrilla, "Raúl Reyes", además de un militar colombiano, y resultaron heridas tres guerrilleras.
La ruptura de relaciones también se debe a "las muy graves acusaciones contenidas en el comunicado difundido en esta fecha por la Presidencia de Colombia -que insinúa acuerdos entre las FARC y el Gobierno del Ecuador- así como por las aseveraciones cínicas y temerarias del general Óscar Naranjo, director de la Policía Nacional de Colombia".
Naranjo reveló que en uno de los tres computadores de Reyes que fueron decomisados por las tropas colombianas se encontraron archivos de comunicaciones enviadas por el líder rebelde a otros miembros del Secretariado de las FARC.
En algunos de ellos se habla de reuniones de Reyes con el ministro de Seguridad ecuatoriano, Gustavo Larrea, en las que se trataron supuestos "compromisos" del Gobierno de Correa con esa guerrilla.
Para el Gobierno ecuatoriano, "estas infundadas acusaciones constituyen un acto inamistoso y un deliberado intento para desviar la atención del hecho de la violación de la soberanía territorial ecuatoriana, reconocido por el propio Gobierno colombiano en comunicados y notas diplomáticas".
Sin embargo, Larrea confirmó hoy al periódico Ecuadorinmediato que en enero pasado se reunió con Reyes, con quien trató exclusivamente la liberación de los secuestrados por las FARC.
La Cancillería "ha dispuesto el retorno a Quito de los funcionarios diplomáticos de la Embajada del Ecuador" en Colombia y el Consulado General de Ecuador en Bogotá "asumirá la protección de los intereses de la República del Ecuador, así como de los intereses de sus nacionales en ese país", concluye el escrito.
Antes de la ruptura de relaciones, Correa había retirado al embajador de Ecuador en Bogotá, Francisco Suéscum, y expulsado al de Colombia en Quito, Carlos Holguín.
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