Imaz no descarta que se vuelva a un escenario de atentados "terrible" como el de 2000, ante lo incautado a ETA

   El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, manifestó que desconoce cómo va a actuar ETA en los próximos meses, pero no descartó que se vuelva a un escenario de atentados "terrible" como el del año 2000, a la vista de los explosivos que le ha incautado la Ertzaintza. Además, consideró "absolutamente necesario" un pronunciamiento claro de Batasuna para que en la izquierda abertzale "se genere un movimiento que obligue a dejar definitivamente la violencia".

   En una entrevista concedida a Radio Euskadi, Imaz señaló que la banda armada en su último comunicado habla mantener el alto el fuego, pero precisó que también "dice que, en función de cuáles sean las respuestas, se reserva el derecho de actuar".

   Tras señalar que se trata de "un alto el fuego absolutamente en precario", apuntó que se desconoce "cómo va a actuar ETA, no cabe descartar ninguna escenario", y consideró que, por tanto, es posible que "intente mantener esta situación de 'stand by'".

   Sin embargo, también apuntó que "tampoco cabe descartar el escenario de que podamos volver, durante unos meses, a una situación como la que vivimos en el año 2000, que fue terrible y creo que las últimas operaciones de la Ertzaintza con material explosivo, bombas-lapa, pueden apuntar a que esta posibilidad existe". A su juicio, "la llave de cualquier proceso es una voluntad inequívoca de poner de forma definitiva fin a la violencia".

   El líder jeltzale lamentó que ETA hable de las dos víctimas mortales del atentado de Barajas "casi como si fueran daños colaterales". "Pone 500 kilos en una terminal en la que hay miles de personas, avisando con una hora de antelación, y lo auténticamente milagroso es que no pase nada, mientras que lo desgraciadamente normal es que haya una pérdida de dos vidas humanas, que podían haber sido tres, diez o las que fueren en esas condiciones", subrayó.

   No obstante, dijo que no hay que "resignarse nunca" a la persistencia de la violencia. "Tenemos que seguir construyendo la paz, pero sin caer en el buenismo. No podemos pensar que todo sigue igual, las cosas no están igual que el día 29 de diciembre y las ha destrozado ETA", recordó.

   En su opinión, en la actualidad, existe "una pérdida brutal de confianza porque no hay condiciones, al día de hoy, para el diálogo con ETA, porque, sobre todo, con su comunicado de antes de ayer está demostrando que ha entendido y quiere seguir entendiendo el diálogo como un elemento en el que 'si lo que estáis haciendo me gusta, las cosas van bien, y si aquello que estáis haciendo no me gusta, pongo una bomba y sigo presionando'". "Eso no es dialogar, no es negociar, eso es chantaje y tutela y, sobre esas condiciones, no puede haber bases", advirtió.

   Por ello, dijo que "es muy importante de que aquí al futuro emitamos unas señales claras en esta dirección para decirle a ETA que sobre esas bases no se puede dialogar y construir el futuro y que la propia ETA, para que pueda ser en el futuro posible otra solución, tenga que dar pruebas diferentes, una voluntad definitiva de dejar la violencia".

   "Hemos visto lo que el término 'permanente' quiere decir, y esas rupturas de confianza que se han dado no se solucionan en una semana, en quince días o en un mes, y si alguna vez hay que emprender algo parecido, desde luego, tendrá que ser con garantías añadidas. Y, mientras tanto, son muy importantes los movimientos sociales que se produzcan también en el ámbito de la izquierda abertzale", añadió.

   Según dijo, "hay que revisar las estrategias", pero "no significa que se cambie el objetivo de construir la paz, pero, en estos momentos, toca emitir una señal inequívoca a ETA de que nada es posible en el diálogo y negociación con ETA, salvo que haya voluntad firme de dejar definitivamente la violencia".

Batasuna

   Para Josu Jon Imaz, también hay que decir a Batasuna "que queremos que sea interlocutor político, pero que, para ello, es absolutamente necesario, que se distancie de la violencia de ETA y levante su voz ante lo que ha pasado". En su opinión, en la actualidad, no es "un interlocutor político" porque carece de "autonomía" respecto a ETA y no ha condenado el atentado de Madrid.

   Tras mostrarse convencido de que "ha habido un criticismo muy fuerte por parte de mucha gente de Batasuna frente a este atentado", dijo que lo que se pretende es que "eso se manifieste, que realmente la gente hable claro porque eso va a ser absolutamente necesario para que, en el propio espacio de la izquierda abertzale se vaya generando un movimiento que obligue a ETA a dejar definitivamente la violencia".

   En esta línea, consideró que "había cosas que sí eran novedosas para ese mundo" en la intervención de Arnaldo Otegi del pasado lunes, "pero, lo que para ellos parece importante, para la inmensa mayoría de la sociedad fue claramente insuficiente".

   "Batasuna va a tener que dar muchos pasos más en esa dirección para que gane credibilidad porque, con eso, evidentemente no es suficiente. No vale con decir que ETA vuelva al día 29 de diciembre y aquí no ha pasado nada", aseveró.

   A su entender, "si queremos construir un futuro en paz no nos podemos hacer trampas en el solitario, no nos podemos engañar a nosotros mismos porque estaríamos emitiendo una señal equivocada a ETA". "Le tenemos que marcar el terreno muy claramente y decir que sobre estas bases no es posible avanzar", insistió.

   Imaz dijo que "negar el carácter de interlocutor político" a Batasuna "es una evidencia" porque no se puede "estar hablando con alguien sobre las bases políticas futuras del país", y que, al día siguiente, ETA cometa una atentado "que mate a dos personas" y "no haya capacidad de reacción ni autonomía política".

   "O, como hemos vivido en el mes de octubre o noviembre, que estemos negociando, hablando de bases políticas para una mesa de partidos y que, de repente, haya cambios de posición de 180 grados porque a ETA no le gustan los papeles que estamos haciendo. Al final dices, pero ¿con quién estoy hablando yo, con quién estoy negociando?", precisó.

   En este sentido, reiteró que eso no significa que vaya a renunciar a hablar con Batasuna porque "no hay que romper los puentes nunca, pero lógicamente uno es consciente de que el que tiene enfrente no tiene autonomía política". "Tanto que hablamos del proceso irlandés, a mí ya me gustaría tener al Sinn Féin aquí, que es capaz de tener su propio peso político y de hacer frente, en alguna ocasión, al IRA", subrayó.

   No obstante, rechazó hablar de "aislar" a la formación abertzale porque "no hay que construirla sobre aislamientos de nadie, sino sobre integraciones". "Pero las integraciones deben ser sobre reglas de juego claras", dijo.

   En su opinión, "hay unas reglas mínimas básicas y una de ellas es que hay una serie de derechos que son incuestionables y podemos discutir sobre muchas cosas, pero sobre el derecho a la vida no estoy dispuesto a tener matices ni a que nadie tenga matices en los pronunciamientos"

   "Lo importante es que los que compartimos en la sociedad vasca un suelo básico, y estoy hablando de temas no ya políticos, sino de pre-políticos, como la necesidad de que la convivencia la tengamos que construir sobre derechos fundamentales básicos, el derecho a la vida, el rechazo a la violencia, a partir de una sociedad en paz. Es lógico que tengamos canales de comunicación y que, además, estemos buscando lo que puedan ser estrategias comunes en torno a esta cuestión", destacó

   En esta línea, dijo que las fórmulas de construir la paz y hacer frente a la violencia no puede estar basadas "en las recetas del pasado", como el pacto antiterrorista.