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Crónica de una jornada en la que venció el bipartidismo

Zapatero gobernará y Rajoy, aun al frente del PP, opositará duramente

Zapatero gobernará y Rajoy, aun al frente del PP, opositará duramente

lunes 10 de marzo de 2008, 00:15h
El PSOE vencía en las urnas, pero por mucha menos diferencia que en 2004; el PP crecía en votos y escaños, pero perdía las elecciones; Izquierda Unida se ahogaba en el ‘tsunami bipartidista’ y le costaba la cabeza a Llamazares.
Cientos de personas se arremolinaban en la calle de Ferraz, enfrente de la sede del PSOE, y gritaban y gritaban “la niña de Rajoy es socialista”. José y José Luis Rodríguez Zapatero reían y reían. A las 22.50 horas, con el 90 % de los votos escrutados, estaba claro que el PSOE vencía en las elecciones generales. Sólo entonces salía el secretario general socialista al atril colocado en la fachada de su sede, en plena calle.

Sus primeras palabras fueron para recordar al ex concejal del PSE Isaias Carrasco, asesinado el pasado viernes por ETA. Luego, la alegría desbordante: “Hace cuatro años en este mismo lugar me dijisteis que no fallara. No lo he olvidado ni un solo día, he procurado estar a la altura de vuestra exigencia. He sentido vuestro apoyo en todo momento. Habéis trabajado duro, hemos trabajado dura, ha merecido la pena”. Era el reconocimiento expreso de la victoria y de que seguirían gobernando de la misma forma.

Zapatero reveló que “acabo de recibir la felicitación de Mariano Rajoy, quiero agradecérsela públicamente y expresarle mi respeto”. Palabras de afecto, para seguir con la píldora más dura para tragar en la sede del PP: “Los españoles han hablado con claridad y han decidido abrir una nueva etapa, sin crispación, que abra a la participación”. Y, luego, una sentencia para que no quepa duda: “Gobernaré para todos”, pero especialmente para “hacer realidad” las aspiraciones de las mujeres, de los jóvenes, de los ancianos. En fin, que “gobernaré con mano firme y con la mano tendida”. Ni una palabra amable para sus antaño ‘socios’ y hoy masacrados electoralmente IU y ERC.

Eso ocurría en la sede socialista de la calle Ferraz al filo de las 23.00 horas, pero la jornada electoral, teñida con la sangre de un ex concejal a manos de la banda ETA, dio muchas otras cosas de sí. Por ejemplo, que hacia las 22.30 horas el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, ya había felicitado a Zapatero por teléfono y se había ofrecido para llegar a acuerdos entre ambos que sirvan para "normalizar la situación política en Euskadi"... ¿Ya tiene Zapatero los primeros posibles aliados de gobierno?

Rajoy: “Todo el mundo sabe que somos previsibles”

Crecer en votos y escaños y perder las elecciones. Es lo que le pasó a Mariano Rajoy, quien, acompañado de Ángel Acebes, Soraya Sáenz de Santamaría, Pío García Escudero y Manuel Pizarro, y bajo el abrazo de su mujer, Elvira Rodríguez, compareció en el balcón de Génova 13 al filo de las 23.20 horas. Su comparecencia se había hecho de rogar.

No hubo anuncios de posibles renuncias, sino frases grandilocuentes que anticipan una oposición al menos tan dura como la que ha habido en los últimos cuatro años: “Quiero decirles que este partido estará a la altura de las circunstancias”, fue la frase emblemática, junto a otra más bien enigmática: “He llamado candidato socialista y le he deseado suerte por el bien de España”. ¿No tiene un doble significado?

Una ‘alegría’ para Rajoy: “Hemos sacado más votos que nunca”, junto a un aviso para navegantes: “Todo el mundo sabe que somos previsibles” y que “estaremos a la altura de las circunstancias”. Y un final arrolador: “No voy a defender más que los intereses de mi país, de una gran Nación que se llama España… Adiós”. Pero no era un ‘adiós’ de despedida, sino de ¿hasta mañana?

A Rajoy no dejaban de interrumpirle con gritos de “Zapatero, embustero”, “Rajoy es cojonudo…”, “Acebes, Acebes”, “A por ellos, oé” y gritos similares. Los ánimos muy exacerbados.

Cuarenta minutos antes, a las 22.40 horas, el coordinador de campaña del PP, Pío García-Escudero, había felicitado ya públicamente al PSOE por su victoria. Ahora bien, dijo otra frase que no puede pasar desapercibida: “Que nunca jamás una jornada electoral se vea ensombrecida” con un atentado de ETA. ¿Habrá nuevas coletillas al respecto en los próximos días? ¿Alguien dirá que Zapatero ha ganado dos veces después de sendos atentados mortales? Son preguntas sin respuesta, pero García-Escudero ya marcó por orden irá la oposición del PP en los próximos cuatro años: “Defendiendo los valores que siempre ha defendido el PP”.

Llamazares ‘ahogado’ por el ‘tsunami’

Apenas diez minutos antes, a las 22.40 horas comparecía por fin Gaspar Llamazares en la sede de IU, en la calle Olimpo de Madrid. El desastre electoral era patente en su cara y en la de sus candidatos y directivos. No era para menos: IU perdía diputados y hasta el grupo parlamentario. “Es un mal resultado sin paliativos, yo asumo toda la responsabilidad”. Llamazares anunciaba, no que dimitía inmediatamente, como cabría esperar, sino que convocaría una Asamblea extraordinaria para elegir nuevo coordinador y que él no se presentaría a la reelección.

Llamazares vino a decir que le ha vencido el “tsunami bipartidista”, pero que, a pesar de todo, “nos hemos hecho escuchar”, gracias a su militancia, “lo mejor de IU”. Curiosamente, no hubo autocrítica, sino que estos resultados se han producido por la “injusticia de esta campaña bipartidista que ha sido un golpe para la vida política de este país y lo ha sido también para IU”. En definitiva, que se ha hecho un “flaco favor a la democracia” y que “significa un retroceso democrático este tsunami bipartidista”. En esa línea sin autocrítica profundizó: “El sistema electoral nos discrimina”, pero “IU sigue viva, nuestro proyecto sigue vivo”.

Una jornada tranquila

Por lo demás, la jornada electoral resultó extrañamente tranquila, sin apenas incidentes de mención. A las 22.30 horas comparecían la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, y el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, para ofrecer la primera valoración del Gobierno, con el 78,27 % de voto escrutado: “Mestran una victoria del PSOE, que con un 44,17 % ha obtenido 168 escaños”. Le seguía el PP, que con 39,88 % habría obtenido 154 escaños. Los escaños fueron ‘subiendo y bajando’ según aumentaba el escrutinio.

A las 20.05 horas, con los primeros sondeos a pie de urna sobre la mesa, el socialista José Blanco aparecía ya para informar, de manera muy ‘positiva’ –su sonrisa iba de oreja a oreja- que “todo coincide en conceder una victoria del Partido Socialista, que sería el primer partido en número de votos y de escaños. Nuestra valoración es muy positiva”.

Alegría, pro tanto en la sede socialista, pero en el PP ocurría lo contrario. A las 20.15 horas, el coordinador electoral del PP, Pío García-Escudero, comparecía para agradecer el voto registrado y las escasas incidencias en la jornada electoral. Pero dijo que “las encuestas son solamente encuestas” –daban perdedor al PP- y que “el PP va a obtener un magnífico resultado”. Según García-Escudero, “Mariano Rajoy ha hecho una gran campaña” y obtendrá un resultado “histórico”. Luego cambiaría de frases.

A las 21.00 horas, cientos de personas se habían congregado ya en la sede socialista de Ferraz. Entre los ‘invitados’ se encontraban Víctor Manuel, Ana Belén, Fran Perea, Álvaro de Luna, Elena Benarroch, Rosa León, Roberto Álvarez y Javier de Paz. Los simpatizantes del PSOE, que abarrotan la sede y la calle de Ferraz, celebraban los sondeos como si fueran ‘goles’: cada vez que una televisión mostraba los resultados, los aplausos dejan muda hasta la música que animaba el acto.

Plegarias por la participación

El que la gente asistiera masivamente a las urnas ha sido una petición constante de la izquierda, tanto en campaña como en la jornada electoral. A las 14.00 horas se ofrecieron los primeros datos en los colegios electorales y muchos respiraron aliviados: se había reducido sólo en medio punto en relación a los comicios generales de 2004, al situarse en el 40,46 % frente al 41,02 % de cuatro años antes.

Según los datos aportados en esos momentos por el secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, y del subsecretario de Interior, Justo Zambrana, la región con un índice más alto de participación a esas horas era la Comunidad Valenciana, con un 47,4 5% (46,49 % en 2004),  seguida de La Rioja, con el 45,8 1% (46,75 % en 2004), Murcia, con el 45,74 (44 %) y Extremadura, con el 43,8% (45,4 %). La comunidad con un índice más bajo de participación era Canarias, con un 30,58 % (30,29 %), cuyos colegios electorales llevaban abierto una hora menos que en el resto de España.

A las 18.00 horas, la página web del Ministerio del Interior comenzó a publicar los datos de participación hasta esta hora, que situaban la afluencia a las urnas en el 60,98 %, con un total de 743 mesas computadas, lo que suponía el 1,25 % del total. Diez minutos después, a las 18.10 horas, con el 52,3 8% de las mesas computadas, el dato de participación se situaba en el 60,68 %, más de dos puntos menos que la participación de 2004 (que a esas horas fue del 63,02 %).

Minutos después comparecían el secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, y el subsecretario de Interior, Justo Zambrana, para situar el nivel de participación hasta esos momentos en el 60,98 % frente al 63,02 que fue en 2004.

Las ‘israelitas’ van de boca en boca

A las 18.30 horas cundía el desánimo entre los dirigentes del PP: vía SMS y e-mails, y en algunos casos por llamadas telefónicas, algunos dirigentes iban recibiendo las noticias que provenían de las ‘israelitas’, los famosos sondeos a pie de urna. Estas encuestas son escasamente fiables, como ya es sabido por elecciones anteriores, pero a esas horas concedían mayoría absoluta al PSOE (hablaban, incluso, de más de 200 diputados, aunque luego bajaron a 180). Desde la sede de la calle Génova se pedía ‘tranquilidad’, porque esas encuestas ‘no aciertan nunca’.

Mientras tanto, más de 700 periodistas y técnicos de medios de comunicación se daban cita en la sede socialista de la calle Ferraz. Otros tantos comenzaban a llegar a la sede popular en la calle Génova. Para esta jornada electoral se habían acreditado en las sedes de los partidos más de 200 medios nacionales e internacionales: 12 agencias de noticias, 20 periódicos, 30 radios, 45 televisiones, 10 revistas…

Para dar cobertura a tanto medio, los socialistas habían tirado la casa por la ventana: en el patio interior de la sede instalaron una carpa de más de 60 metros cuadrados con un sistema de iluminación adicional. Para facilitar el envío de información, se instalaron más de cuarenta líneas RDSI, así como líneas de ADSL wifi.

Los ‘Estados Mayores’, reunidos en sus sedes

A esas horas (18.30) llegó Rodríguez Zapatero  a la sede socialista de la calle Ferraz, uniéndose al secretario de Organización, José Blanco, y a la mayor parte del Comité Electoral y miembros de la Ejecutiva Federal como Diego López Garrido, Jesús Caldera, Carmen Hermosín, Elena Valenciano, Pedro Zerolo, Maribel Montaño, Consuelo Rumí, Carmen Gallego, Andrés Rojo, Javier Torres Vela, Rosa Peñalver o Pepa Pellicer.

En el PP, a las 19.22 horas llegaban el secretario general, Ángel Acebes, y distintos candidatos y dirigentes, como Manuel Pizarro, Pío García-Escudero, José María Michavila y Soraya Sáenz de Santamaría, para unirse con el líder, Mariano Rajoy, a quien acompañaba su esposa, Elvira Rodríguez, en la séptima planta de la sede popular. Por cierto, que Pizarro protagonizó una curiosa anécdota: en vista de la cola que había esperando el ascensor, optó por subir por las escaleras nada menos que siete plantas demostrando con ello que se encuentra en plena forma física pese a sus años.
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