Artur Mas vive sus horas más bajas

Artur Mas vive horas bajas. En los cenáculos políticos se comenta que su segunda gran derrota política le ha dejado tocado animicamente. Y no solo en lo personal, también en lo político.

CDC se había mantenido oficialmente unida sin fisuras en todo el proceso electoral y en su desarrollo posterior. Pero ahora se oyen voces en su interior que cuestionan al núcleo dirigente que ascendió con Mas. Los que critican tienen como signo su moderación tanto nacionalista como en aspectos sociales, lo que contrasta con la dureza de los participantes en el círculo de confianza de Mas, caracterizados por su visión nacionalista cercana al soberanismo y su adscripción a la corriente liberal más desreguladora en el aspecto económico.

Lo que era un run run ahora sale a la luz en el medio periodístico más afín a CDC, La Vanguardia. el diario cita como críticos a  nombres de moderados insignes, como Antoni Fernández Teixidó, exconseller de Industria, trabajo y turismo y persona que fue vinculada por la policía a un ucraniano acusado de blanqueo de dinero, aunque no ha habido actuación judicial posterior. Otro nombre que se baraja entre los críticos es Lluís Recoder, un político joven, alcalde de Sant Cugat gracias a mantener el pacto con el Partido Popular. Se ha llegado a hablar en los círculos críticos de la necesidad de convocar un congreso extraordinario para después de las elecciones municipales.

Por su parte, UDC, con Josep Antoni Duran i Lleida sigue presionando para que CiU cambie su oposición formal a estar presente en el gobierno español y para que se rehagan los puentes con el PP, partido al que los democristianos preferirían como socio, siempre que moderase sus feroces críticas al catalanismo.