Estados Unidos ha decidido modificar su estrategia en los esfuerzos por encontrar una vacuna contra el sida, tras el fracaso el año pasado de una inoculación que prometía ser crucial.
En una reunión convocada por el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, científicos del Gobierno señalaron que se dará prioridad a los trabajos de laboratorio y las pruebas en animales.
Hasta ahora esos esfuerzos se habían centrado en pruebas en seres humanos de alto costo y resultados decepcionantes, señalaron.
"Es necesario hacer un cambio. Está muy claro. Se precisan nuevas ideas de avanzada", dijo en la reunión Anthony Fauci, director del organismo que forma parte de los Institutos Nacionales de la Salud del Gobierno de Estados Unidos.
La medida fue anunciada después de que el año pasado fracasaran los experimentos con una vacuna que era considerada como la gran esperanza contra la infección causada por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH).
Las pruebas clínicas confirmaron que la inoculación no protegía contra la infección y hasta podía volver a quienes la recibían más susceptibles a contraer el virus.
Fauci señaló que el presupuesto para la investigación que realiza su instituto, el cual asciende a unos 1.500 millones de dólares, se destinará ahora en mayor medida a los trabajos de laboratorio que al desarrollo de la vacuna.
Añadió que esos esfuerzos estarán dirigidos a responder a "interrogantes fundamentales" de la enfermedad para los cuales se carece todavía de una respuesta.
Según cifras de la Organización Mundial de la Salud el VIH infecta cada día a unas 12.000 personas en todo el mundo.
Las enfermedades oportunistas del sida han causado la muerte de unas 25 millones de personas.
Sin embargo, Fauci rechazó la posibilidad de que se cancelen todos los esfuerzos por encontrar una vacuna.
"Bajo ninguna circunstancia pondremos fin a la investigación de una vacuna contra el sida. No sólo no la suspenderemos, sino que la aumentaremos en la medida que sea posible", indicó.
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