IU pide que se retire un crucifijo del Pleno de Chamartín

Un crucifijo marcó la discordia en el pleno del 19 de febrero de la Junta municipal de Chamartín. Precisamente, el que preside la sala. El grupo municipal Izquierda Unida instó a la retirada de la cruz al considerar que este lugar "constituye un espacio de la Administración Pública que debe mantenerse en la aconfesionalidad que refleja la Constitución Española". Sin embargo, el Partido Popular rechazó la propuesta.

Según Pepa Merin, portavoz de este grupo de la oposición en el distrito, el Gobierno municipal "debería evitar mostrar símbolos religiosos en las instituciones públicas para garantizar la idea de aconfesionalidad de la administración". Y añade: "Lo que pasa es que el PP se escuda en que está garantizada la aconfesionalidad, que no el laicismo. Por eso, no les parece un tema de debate e imponen su mayoría absoluta".

En el artículo 16 de la Constitución Española, se reconoce la libertad de cada ciudadano para profesar la religión que desee, se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley, según establece su punto número 1.

En el número 3, se establece que ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la iglesia católica y las demás confesiones.

Sin embargo, fuentes de Izquierda Unida en el Ayuntamiento explicaron a Madridiario que no contemplan llevar el asunto al Pleno del Consistorio, aunque en la sala de Plenos se sitúa en la mesa de presidencia otro crucifijo desde, al menos, la época de Enrique Tierno Galván.