www.diariocritico.com
El M4

El M4

viernes 11 de abril de 2008, 01:47h
¡Cuánto se estarán haciendo pesar el Presidente y sus serviciales por el desatino de haber abanderado el “NO” en el referéndum por las autonomías departamentales! En la antología de los grandes errores –bloopers, para decirlo en lenguaje al uso- políticos de la Historia, éste podría figurar al centro del podio. En términos futboleros, que parecen ser los que mejor entiende S.E., se metieron un autogol de campeonato –el de Chumpitaz queda corto a su lado-.
 
Todo el zafarrancho posterior al resultado de dicha consulta tiene su origen en la chacreada de marras: por diferenciarse de una oposición partidaria poco significativa, acabó apadrinando una oposición regional que, ya se ve, lo tiene contra las cuerdas. ¿A quién se le ocurre desapropiarse de un proceso histórico tan vigoroso como el de la descentralización que se venía gestando sostenidamente? Si bien ahora es un elemento unificador del Ejecutivo y sus “movimientos sociales”, de no haber irradiado la consigna “No”, la opción afirmativa se hubiera impuesto por goleada, dejando al equipo contrario sin posibilidad de contraataque. Y, en la sucesión de los acontecimientos, torpezas como el recorte del IDH o la prohibición de exportar aceite se explican a partir de ese dato. No son los viejitos ni la inflación la razón de tales medidas; como cualquier parroquiano con dos dedos de frente puede advertir, se trata de ardides tendientes a debilitar a las regiones.
 
Este columnista, en su análisis inmediatamente posterior a conocerse el resultado del referéndum por autonomías, afirmaba que “Al haber abanderado el ‘NO’, por mucho que éste se haya impuesto en la sumatoria nacional -dato irrelevante dada la vinculatoriedad  departamental del referéndum- don Evo Morales se aleja de la tendencia del cambio, y con algo de intencionalidad política podría tildárselo de conservador”.
 
“Efecto mariposa” o como se quiera llamarla, la seguidilla de consecuencias desencadenada por la incompetencia masista lleva, inexorablemente, al M4
-para emplear la nomenclatura usual de las fechas emblemáticas-.
 
El solo anuncio del M4 conmovió los cimientos del gobierno. Mucho antes de su expresión material, que se supone debe ser un acto democrático sin violencia -¿serán capaces los oficialistas de cometer un error de igual o mayor magnitud que el de oponerse a las autonomías por pura visceralidad y desempolvar viejas carabinas M4 para evitar otra inminente derrota política?-. No vaya ser que los tiros les salgan por la culata y sean engullidos por la historia. No les vaya a ocurrir lo que a Ambrosio con su carabina; que de tan mal concebida acabó por ser sinónimo de “inútil”, “inservible”, “tonto” y “erróneo”.
 
Más allá de sentimientos, prejuicios, descréditos o exaltaciones, el M4 es una realidad política y tanto unos como otros deben administrarlo con sensatez. De otra manera, podría derivar en P2 muy grossos.
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios