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Paraguay: Tetagua Sapucai-Grito del pueblo

Paraguay: Tetagua Sapucai-Grito del pueblo

jueves 24 de abril de 2008, 03:44h

En el corazón de América Latina existe un pequeño país llamado Paraguay, perdido en la bruma de los tiempos, con una historia plagada de infortunios, dictadores por doquier que administraron a su antojo los destinos de un pueblo peculiar,llamado en la época de la Conquista Española el “Corazón gigante de la Indias”, que poco a poco se fue desgajando. Fué de los primeros en obtener la independencia para inmediatamente caer en brazos del uno de los más déspotas dictadores de la época, Gaspar Rodríguez de Francia, personaje magistralmente retratado en la obra cumbre del más ilustre escritor del Paraguay, Augusto Roa Bastos : “Yo, El Supremo”.

 Tras él vienen las dos dictaduras de los López rematadas con la sangrienta guerra de la  Triple Alianza ( 1865-1870) - contra Brasil, Argentina y Uruguay –que dejó a la población diezmada y al país devastado y mutilado.

 Conspiraciones, subversiones, elecciones sangrientas, golpes de estado y asesinatos politícos caracterizan la mayor parte del periodo republicano instaurado tras la guerra.

 Se crean los partidos politícos tradicionales que desde entonces iban a pugnar por el control del gobierno: El Liberal y el Colorado. Son tiempos de anarquía, sazonados con sendas guerras civiles (1904, 1911-12 y 1921-23). A continuación la guerra del Chaco contra Bolivia ( 1932-35) y la guerra civil de 1947.

  A partir de entonces, las dictaduras de Morínigo y del el general Alfredo Stroessner (1954-1989), enlazan nuevamente la siniestra cadena que culmina con los 35 años en que éste último se mantuvo en el poder

 El Tiranosaurio instaura un complejo sistema prebendario sustentado en el ejército y en el partido Colorado. En las primeras décadas de su gobierno despótico logra someter a todos los estratos sociales, con la anuencia de los EE UU y su famosa Doctrina de la Seguridad Nacional. El Stronismo se convierte en el baluarte de la lucha contra comunistas, izquierdistas o meros disidentes en el Cono Sur. Los jóvenes militares eran enviados a la tristemente célebre Escuela de las Américas, en Panamá, donde recibían “clases magistrales” de cómo acabar con los “subversivos”: técnicas de tortura, interrogatorios, delaciones e intercambio de información que quedan plasmadas en lo que posteriormente se convertiría en el “Operativo Cóndor”, sistema con el que las dictaduras militares de Argentina, Brasil, Chile,Bolivia, Uruguay y Paraguay se  coordinan para lograr una mayor eficacia en sus afanes represivos, que provoca miles torturados, muertos y “desaparecidos”, y muchos exiliados politícos.

  Stroessner teje crea una red de espionaje para controlar a la población en el que estaba inmerso todo el tejido social; los llamados “piragües”, ( pies peludos en lengua guaraní) delatores que se infiltraban hasta en los hogares.

 El estado de sitio que  había instaurado sólo se levantaba para las famosas elecciones que convocaba cada cuatro años. El sátrapa se daba el lujo de presumir de ganar por mayoría absoluta, claro está, en esos momentos los partidos políticos estaban proscritos, aunque en alguno de estos comicios partidos opositores se plegaron como comparsas para acompañar a la grotesca farsa.


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 Para todo aquél que no estuviera de acuerdo, la única salida era emigrar, Argentina se convierte en el hogar de miles de paraguayos, bien como exiliados politícos o económicos, que hoy ascienden a más de 1.000.000, entre segunda y tercera generación.

  La explotación de la agricultura y la ganadería sigue siendo la base de la riqueza, pero los jerarcas del poder necesitaban alimentar sus bolsillos con algo más sustancioso. Así nace la idea de construir la represa más grande del mundo, Itaipú, junto con el gigante vecino, Brasil. Con un tratado  espúreo firmado por dos gobiernos dictatoriales de la época, Stroessner entrega al Brasil nuestro más preciado tesoro, las aguas del Paraná hasta el 2023 . A partir de allí se crea un núcleo duro representado por los “Barones de Itapú”, que administran arbitrariamente el dinero que reciben de un proyecto que  ha costado 23.000.000 dólares, retroalimentado así la más formidable máquinaria de corrupción que enriqueció a unos pocos y empobreció a la mayoría. Paraguay no puede  disfrutar hasta hoy de un pago justo por su energia eléctrica. La revisión de este tratado es una de las reivindicaciones de la campaña de Fernando Lugo.

   A mediados de los años 80 el régimen comienza a resquebrajarse, mientras  los paises vecinos inician  procesos de democratización.

  Las disputas internas llevan al derrocamiento del dictador en 1989, en un cruento golpe de estado promovido por su propio consuegro, el general Andrés Rodríguez, que instaura una democracia formal, con una nueva Constitución que permite  las primeras elecciones democráticas. Sin embargo, esto no produce un cambio en las estructuras del poder que continúa en manos de los mismos de siempre… el tejido social del país se encuentra inmerso en una maraña de intereses administrados por los mismos grupos afines a la dictadura, la oposición está húerfana de ideas y de liderazgo, fracasan los sucesivos intentos de alianzas para derrotar al partido Colorado que sigue controlando el aparato del estado y manejando su poderosa red prebendaria a través de las seccionales repartidas por todo el país.

  Con estos resortes ganan sucesivamente las tres últimas elecciones, mientras  las distintas facciones se disputan la herencia stronista en un marasmo inconcebible de corrupción, impunidad e intrigas. Sin ocuparse de gobernar, la situación económica y la marginación social se agravan cada día más. El despilfarro del que hacen gala a costa de las arcas del estado solivianta a las clases más desfavorecidas que buscan un referente al márgen de la tradicional clase politíca.

 Eso explica el fénomeno de un personaje como Fernando Lugo, que emerge desde una diócesis paupérrima donde venía desarrollando una ingente labor social entre los campesinos y las comunidades indígenas. Este obispo émerito, suspendido “ad  divinis” por la jerarquía vaticana, recibe el  apoyo incondicional de cientos de miles de personas que le piden asuma la responsabilidad de candidatarse a la presidencia de la República.

 Poco a poco va tejiendo una estructura básica con pequeños grupos  de diversos estratos sociales que ven en él una opción válida para intentar aunar a los grupos opositores en torno a su persona. Este hecho comienza a crear desasosiego en la cúpula del poder que  no asimila aún la magnitud de la marea que se avecina… Para ellos es sólo un personaje casi pintoresco- un outsider- que intenta desafiar su hegemonía. 

 A mediados de 2006, Lugo encabeza un marcha contra el presidente Nicanor Frutos, uno de los más corruptos politícos que han gobernado desde 1989, sin olvidar a los otros que le precedieron y sólo se han enriquecido a costa de la miseria del pueblo.

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Los colorados comienzan a desacreditar a Fernando Lugo de la forma más ruin imaginable acusandole de terrorista de izquierdas y  hasta de seductor de mujeres…

Sin embargo esto no hace más que aumentar su popularidad y su credibilidad ante un pueblo desencantado y escéptico. El segundo partido más importante del país, el Liberal, le ofrece su apoyo, además de otros grupos que conforman hoy la Alianza que lo llevó a ganar las elecciones del pasado 20 de abril.

Con este hito histórico se puede decir que, ahora si ,  comienza la verdadera transición democrática en el Paraguay al permitir una alternancia en el poder. No obstanre Lugo se enfrenta a un difícil reto, la reconstrucción de un país en ruinas, teniendo enfrente a un partido colorado herido profundamente en su orgullo que sigue teniendo mayoría en el congreso,  pero tiene el mayor apoyo popular nunca logrado hasta hoy de un pueblo que ha despertado de su letargo, y cree firmemente  en un nuevo amanecer.

Gloria Giménez Guanes

Periodista

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