Este viernes la llegada del ministro de Asuntos Exteriores de España, Miguel Moratinos, será el segundo capítulo de la reuniones de las máximas autoridades de Perú y España. La inició Alan García con su visita a Madrid, la continuará Moratinos, Rodríguez Zapatero el próximo mes en la V Cumbre ALC-UE y la cerrará el Rey Juan Carlos en octubre próximo en Lima.
Debe ser el momento más importante de acercamiento entre las autoridades de ambos países en al menos dos décadas. Los motivos de las visitas responden a la visión que tiene España de Perú como un país estratégico en el equilibrio político de la región.
El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, será el primero, este viernes, en llegar a Perú como parte de una gira que también lo llevará por Haití, Argentina y Brasil. Zapatero vendrá para la Cumbre ALC-UE y el Rey Juan Carlos arribará al Jorge Chávez en octubre.
Moratinos preparará las visitas de Zapatero y Don Juan Carlos a menos de un mes de la Cumbre, y delineará la política exterior española en este nuevo gobierno socialista, que considera clave a Latinoamérica.
En ese sentido, Perú será el observatorio de un frente antibolivariano. España busca, principalmente, cuidar sus inversiones en este lado del charco. Algunas ya han sido amenazadas como en Bolivia, pero en Perú están bajo el proteccionismo del gobierno que ve en el dinero que llegue de fuera una importante base para el sustento económico ante el eventual fin del boom minero.
El peligro de que pueda perder a Lima está más latente que nunca. El protegido peruano de Chávez, Ollanta Humala, está en el mapa todavía y no desaprovecha oportunidad para hacerlo saber. La anunciada Cumbre de los Pueblos será su gran vitrina.
A su favor tiene que el descontento popular por García está en aumento por el retorno de fantasmas del pasado que el mandatario arrastra como un karma. La corrupción (caso Banmat), la inflación y la desesperación que refleja en algunas desopiladas declaraciones públicas y que deberían estar ajenas a un Estadista con las riendas bien tomadas.