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Niños refugiados se integran a través del deporte

Niños refugiados se integran a través del deporte

martes 29 de abril de 2008, 04:36h

Gracias a un acuerdo con la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados ACNUR, la mejor escuela de deportes en Ecuador, abrió sus puertas a los niños refugiados colombianos.

Andrés (14 años) y sus dos pequeñas hermanas están entre los primeros niños refugiados que recibieron becas en la Escuela de Marcha de Cuenca, una ciudad ubicada al sur del Ecuador. Cuatro niños refugiados más serán beneficiarios  de este programa, pues se espera que esta iniciativa se repita en el futuro.

Esta pequeña nación de América del Sur, no es conocida por sus logros deportivos, pero la marcha es un área donde los atletas ecuatorianos han sobresalido; como es el caso del ecuatoriano Jefferson Pérez, medallista olímpico, ganador de los 20 kilómetros de oro en los Juegos de Atlanta de 1996. Pérez es el mejor representante de la escuela de marcha. Otros exitosos marchistas también han asistido a la academia, donde se entrenan alrededor de 120 atletas.

"Mi sueño es llegar a ser  un atleta de clase mundial", dice Andrés después de terminar su entrenamiento. Él y sus hermanas forman parte de la comunidad  de refugiados colombianos que viven en Cuenca donde son alrededor de 2.000. Cuenca es la tercera ciudad más grande del Ecuador.

En la ceremonia de lanzamiento del programa de becas de la escuela de marcha, Vanesa, madre de Andrés, cuenta que huyeron de Colombia hace 14 meses. "Fui testigo de un crimen violento. Mi vida nunca más fue la misma después de eso. Tuve que vivir en la clandestinidad durante cinco años hasta que decidí abandonar el país. De lo contrario ya no estaría  viva el día de hoy", explicó.

Dejando a sus cinco hijos con sus padres,  emprendió camino hacia Cuenca.  A pesar de ser un largo camino desde la frontera,  decidió ir allá porque tenía conocimiento de que  era una ciudad muy tranquila. "Cuando mis hijos vinieron a reencontrarse conmigo fue uno de los días más felices de mi vida", recordó.

Joakim Daun, pasante de la oficina del ACNUR en Cuenca, y ex atleta tuvo la idea de iniciar el programa de becas. Daun dice que reconoce el poder del deporte como una herramienta para el desarrollo personal y como un motor para la integración.

"El deporte aumenta el autoestima, ayuda a enfocarse y a mejorar la concentración". Comentó Daun en la reciente ceremonia de inauguración. Recalcó además a los 40 jóvenes atletas y a los siete niños refugiados "la importancia de la auto-disciplina, la misma que les ayudará a alcanzar las metas que se propongan para sí mismos. "

"Para Vanessa el programa ayudará a sus hijos a integrarse en su nueva vida a  la cual les ha resultado difícil acoplarse y más aún cuando en ocasiones no han sido  aceptados.

Según estimaciones del ACNUR, Ecuador es el hogar de al menos 180.000 personas que han huido de Colombia a causa del conflicto interno del país. Solo 55.000 personas han solicitado asilo.

 

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