Goya regala a Madrid una corrida con cartel de lujo

El caso es que esta corrida goyesca del 2 de mayo de 2008, la del Bicentenario, que en anteriores ediciones ha presentado altibajos e incluso polémicas en cuanto a la confección de sus carteles, sobre todo respecto a los coletudos, tiene ahora uno de auténtico lujo.

Porque no siempre ha sido habitual que hagan el paseíllo tres figuras del toreo. Dos de ellas con máxima categoría: el sevillano Manuel Jesús 'El Cid' –rey muletero al natural- y el francés Sebastián Castella –seguidor de la quietud ‘josetomasiana’ y triunfador de la Feria de San Isidro en 2007-. Y otro, el madrileño Uceda Leal, un escalón por debajo de ambos, pero que con sus formas clásicas lleva una década en los altos puestos del escalafón, el doble que sus compañeros de terna, por ahora.

Es lógico, pues, que el festejo, que adquiere una especial belleza exterior por el engalanamiento del coso y, sobre todo, por los vestidos a imitación de los de aquella época de los toreros, haya desbordado la expectación, siendo segura la presencia de muchos aficionados de otras regiones. Además, es el epicentro del abono de la Feria de la Comunidad, que se completa con otros tres.

Uno de ellos, el que la cierra, también corrida de toros, con terna de jóvenes espadas -el malagueño Salvador Vega, el colombiano Luis Bolívar y el burgalés Morenito de Aranda- de buenas actuaciones anteriores en esta cátedra, pero sin redondear un triunfo y que aspiran ahora a escalar posiciones en el futuro y sustituir a los consagrados como los del día 2.

Las otras dos funciones acogen sendas novilladas con coletudos punteros en su escalafón, dos de los cuales, el madrileño José Manuel Más y el francés Román Pérez, fueron triunfadores del ciclo de 2007 de alumnos destacados de escuelas taurinas ‘La Oportunidad’, que se celebra a primeros de cada año en el otro coso capitalino, el de Vistalegre. Y ambos ya con un año de experiencia y también éxitos como novilleros con picadores, por lo que afrontan ahora la ‘prueba del algodón’ de examinarse en Las Ventas.

Y, por último, en cuanto a las ganaderías anunciadas, también hay variedad de encastes, aunque lo más atractivo en principio es la repetición de la divisa de Yerbabuena, de grandes tardes en Madrid, propiedad del matador retirado Ortega Cano.