Los galácticos visten ahora de azulgrana

Otra vez volvió a cumplirse la frase de uno de los pocos futbolista que además es intelectual, Jorge Valdano: •el fútbol es un estado de ánimo”. Y en la desigual lucha entre un campeón eufórico y que cree en sus fuerzas -pongamos que hablo/escribo del Madrid- y un equipo roto por no haber conseguido ni un título y que no cree nada en sí mismo -pongamos que del Barça-, aconteció lo lógico: amplia y merecida victoria de los de Schuster. Pero eso no es excusa para la falta de profesionalidad, apatía, tomadura de pelo a unos colores y a una hinchada y desvergüenza de la mayoría de los azulgrana en el Santiago Bernabéu este miércoles. Porque lo peor no fue la derrota, sino la forma en que se comportaron. Por cierto, igual igual que el Madrid cuando era galáctico -en los aún no tan lejanos tiempos de Florentino Pérez- y deambulaba sin juego ni entrega por muchos estadios mientras el Barça se apuntaba los títulos.

Cuando la historia se repite, aunque sea con los colores cambiados, lo hace en forma de esperpento. Frase del posiblemente más completo escritor español del siglo XX, un tal Valle Inclán, y que parecía pensada para este Barça, que además ha perdido definitivamente el subcampeonato y tendrá que jugar en julio, la previa de la Liga de Campeones. En efecto los galácticos visten ahora la zamarra azulgrana.

Como ya escribíamos al término de la anterior jornada, la Liga carece de calidad pero está sobrada de emoción… no por el título, ni la segunda plaza, ya atrapada por el glorioso ‘submarino amarillo’. Pero sí por otras muchas cuestiones aún por decidir. Mayormente la pelea por los puestos europeos, de Liga de Campeones y Copa de la UEFA. Y ahí, el Racing, en lo que es su único punto negro de la mejor campaña de su historia, se pegó un enorme batacazo al ser arrollado por el Sevilla, que aspiraba a lo mismo y le apabulló en el Sardinero (0-3), complicándole ya hasta la UEFA, pues el Mallorca, en un sprint final magnífico, está a una victoria. El caso es que los santanderinos han perdido en su campo los partidos clave: Madrid, Atlético y Sevilla.

Por abajo, la tragedia del descenso se va centrando en los dos grandes derrotados, en tal pelea, de esta antepenúltima jornada, Osasuna y Recreativo, que comparten -con ventaja en la diferencia de goles para los onubenses- esa tercera plaza que lleva directamente a Segunda, con 40 puntos. Aunque el Real Zaragoza está también en peligro, con sólo un punto más, y ya más alejado y respirando, con 43, el Valladolid. Una jornada ésta que sirvió para que definitivamente abandonaran esa zona ¡los finalistas de la Copa del Rey!, que andan penando en la Liga. Pero Getafe, remontando ante el Almería, y Valencia, sufriendo mucho pero anotándose los tres puntos, dieron esta vez la talla y respiran más tranquilos aún. La emoción, pues, también es segura en las dos jornadas que restan.