A una semana del inicio de la Cumbre Extraordinaria de Unasur la mayoría absoluta de los presidentes de la región ya había confirmado su participación, y solamente Rafael Correa (Ecuador) y Cristina Fernández de Kirchner (Argentina) necesitaban definir los últimos detalles de su agenda.
En esa reunión, Uruguay estará representado por el vicepresidente Rodolfo Nin Novoa, y Perú por una delegación encabezada por el canciller José García Belaúnde.
El Tratado Constitutivo que definirá el marco legal de la unión sudamericana ya fue definido por representantes diplomáticos de los países involucrados, y los últimos detalles fueron definidos durante una reunión en Caracas a inicios de mayo.
“Como es un tratado, deberá ser aprobado por los congresos de cada país. Resta discutir modalidades para esa transición hasta que el tratado entre definitivamente en vigor, pero no se trata de una discusión central”, dijo un portavoz de la Cancillería brasileña.
La Unasur ya posee una sede permanente en Ecuador, y la presidencia pro témpore está con Bolivia. Los negociadores deberán hallar una fórmula de consenso para el funcionamiento mientras los poderes legislativos de la región corroboran la adhesión al tratado.
Además de la firma de los documentos constitutivos, los presidentes podrán analizar la propuesta brasileña de crear un Consejo Sudamericano de Defensa, órgano de coordinación de los ministerios de defensa de la región para la definición de políticas comunes.
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