Habrá excedente de plazas hoteleras en Madrid y Barcelona

Como primera reacción a la crisis, las empresas han tomado la decisión de reducir los gastos de sus ejecutivos en materia de viajes y representación. Las grandes compañías recortan los presupuestos en esta materia y eso se acaba por notar en el sector hotelero. Un sector que, este año, muestra mucho escepticismo a la hora de efectuar previsiones sobre la cifra de negocio que manejarán en la llamada "temporada alta". "No se van a alcanzar, ni mucho menos, los récords de años pasados en lo que a ocupación hotelera en los meses de julio y agosto se refiere", señala un representante de la Confederación Española de Hoteles, la patronal de establecimientos turísticos de las zonas costeras de España. Aún así, los datos referidos a la semana santa y los puentes de mayo indican que, a pesar de la crisis, el turismo interior sigue en niveles altos. No habrá dinero pero se saca de donde sea a la hora de viajar por el país.

   Otra cosa son los establecimientos hoteleros de lujo. Ahí la cosa se puede ver agravada por la construcción de 14.000 nuevas plazas hoteleras en Madrid y 8.000 en Barcelona. una iniciativa de los constructores para paliar el déficit hotelero de ambas ciudades y que ahora puede acabar por convertirse en una losa. No obstante, en fuentes del Ministerio de Industria, responsable del turismo, señalan que "a pesar de que no es buen momento para sacar al mercado hotelero estas nuevas plazas, las previsiones indican que acabarán por ser amortizadas debido al enorme déficit hotelero de ambas ciudades". El mejor ejemplo de que las plazas hoteleras de nueva creación son amortizadas en un corto espacio de tiempo lo tenemos en Zaragoza donde las reservas de hoteles para los tres meses que durará la Exposición Universal sitúan el porcentaje de ocupación en torno al 95%. Es decir, que en la capital aragonesa va a ser dificil encontrar alojamiento entre junio y septiembre. Las previsiones se han visto ampliamente rebasadas.

   En Madrid se espera amortizar esta inversión hotelera a partir de 2010 y más si se opta de nuevo a la candidatura para los juegos olímpicos. Barcelona, por su parte, necesita esas nuevas plazas hoteleras para absorber su oferta turística, cada vez mayor debido a los eventos comerciales y culturales que se llevan a cabo en la Ciudad Condal.