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Aguirre y Rajoy dejan patentes sus diferencias

miércoles 28 de mayo de 2008, 09:35h
Esperanza Aguirre y Mariano Rajoy compartieron atril y cena en medio de las tensiones en el seno del Partido Popular. Lo hicieron en la cena de conmemoración de la victoria del PP en las elecciones municipales y autonómicas del 27 de mayo de 2007. Mientras que Aguirre advirtió que el PP no debe afrontar "cambios radicales que nadie entendería" Rajoy indicó que no quiere un "partido de etiquetas" y que el PP debe poner énfasis en su papel de "partido de centro reformista".
El presidente del PP, Mariano Rajoy, aseguró que "no quiere un partido de etiquetas", máxime cuando, según recalcó, se ha pasado cuatro años intentado "unir" al PP en unas circunstancias que no eran fáciles. Aunque ve "lógico" que haya "opiniones distintas", como ocurre en cualquier organización, afirmó que "lo importante" es la unidad del partido en torno a unos principios. Dicho esto, pidió poner el "énfasis" en el papel de "partido de centro reformista" con el que por primera vez se ganaron las elecciones en 1996 para "sumar más" y llegar a tener un apoyo de 12 o 13 millones de votantes.

 Rajoy hizo estas declaraciones en la cena de conmemoración de la victoria del PP en las elecciones municipales y autonómicas del 27 de mayo de 2007, donde la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, hizo de anfitriona en esta celebración, a la que asistieron alrededor de 400 comensales, entre ellos consejeros autonómicos y alcaldes de municipios en los que gobiernan los 'populares' y los dos portavoces parlamentarios en el Congreso y el Senado.

El alcalde de la capital, Alberto Ruiz Gallardón, no asistió a esta cena porque  tenía comprometida "desde hace mucho tiempo" su presencia en la II Gala Anual del Comité Olímpico Español (COE). En la fiesta de aniversario de San Sebastián de los Reyes sí que estaba presente el vicealcalde, Manuel Cobo, así como varios ediles de la capital. En su discurso, Rajoy elogió los "brillantes" resultados que se lograron hace un año tanto en Madrid como "en otros lugares de España". Y ahora, prosiguió, toca seguir trabajando. "Humildad, trabajo, cercanía y eficacia. Eso es lo que creo que hay que seguir haciendo en el futuro", exclamó, cosechando un caluroso aplauso. Además, se comprometió ante los militantes madrileños a trabajar "para estar a la altura de las circunstancias y que el PP de Madrid esté orgulloso de quien ha sido su número uno en las últimas elecciones generales".

Después, el presidente del PP se refirió al Congreso Nacional de junio y se mostró convencido de que servirá para "relanzar y afrontar con mucha más fuerza el futuro", como ocurrió en cónclaves anteriores. "Quiero que este congreso del PP también vaya bien, que haya debate sobre lo importante y sobre lo que no es tanto y que los compromisarios decidan lo que quieran decidir --enfatizó--. Quien tiene que decidir es el partido, esta organización de más de 700.000 militantes".

Rajoy apostó por un partido que "sume más" y recordó que desde 1989 la historia del PP es la "historia de una gran suma" en la que se "dejaron atrás viejas y estériles rencillas". "Y el resultado fue un partido cada vez más grande y con más votos", proclamó, para añadir que ahora hay que "seguir sumando para ganar todas las elecciones" y llegar a tener el apoyo de 12 o 13 millones de españoles. "No podemos aspirar a ser otra cosa de lo que somos, una alternativa real de gobierno", apuntó. Tras subrayar que se ha votado al PP para "defender unas ideas, unos principios y un programa electoral", el líder del PP señaló que España es "muy diversa y los españoles también" y de lo que se trata es de "agrupar a una mayoría que siempre será muy diversa". Por eso, dijo que en los próximos años hay que "poner énfasis en el papel de partido de centro reformista" con el que por primera vez José María Aznar ganó las elecciones generales en 1996 porque así, señaló, se "volverá a ganar". Para Rajoy, "el diálogo es bueno con quien quiera hacerlo realmente" y no implica renunciar a los principios.

Defender los valores
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, consideró  durante la cena que el PP está "en el buen camino" y que debe "seguir defendiendo" sus valores "sin hacer cambios radicales que nadie entendería, y menos aún los más de 10 millones de españoles" que votaron al PP el pasado 9 de marzo, y consideró que esos buenos resultados se deben a que "las ideas que (el partido) ha defendido los últimos cuatro años cada vez tienen más apoyo" entre los ciudadanos. Aguirre comenzó su discurso de casi 20 minutos recordando los buenos resultados del pasado 27 de mayo, cuando el PP "obtuvo los mejores resultados de su historia en España en número de votos, por porcentaje y por alcaldes", y subrayó que los populares consiguieron vencer "en muchos municipios que tradicionalmente habían sido feudos de la izquierda", como San Sebastián de los Reyes, donde se celebró el encuentro.

Tras hacer hincapié en las importantes diferencias de votos entre el PSOE y el PP en la Comunidad de Madrid y en el Ayuntamiento de la capital, donde los populares consiguieron mayorías absolutas claras y ampliadas con respecto a los anteriores comicios, Aguirre cambió su discurso a una clave claramente nacional. "En las elecciones generales del 9 de marzo también obtuvimos un gran resultado en toda España: más de 10 millones de votos, medio millón más que en 2004 y creciendo en 250.000 votos más que los socialistas", apuntó la presidenta madrileña, matizando que "esos resultados se dieron a pesar de que el PSOE fagocitó prácticamente a todos sus socios separatistas y de IU".

Asimismo, destacó que "cerca de medio millón de españoles que hace cuatro años votaron al PSOE, el pasado mes de marzo votaron al PP, y eso quiere decir que las ideas que el partido ha defendido en los últimos cuatro años cada vez tiene más apoyo entre los españoles". "Estamos en el buen camino y tenemos que seguir defendiendo nuestros valores y principios sin hacer cambios radicales que nadie entendería, y menos aún esos diez millones de españoles que nos han votado", apostilló la presidenta regional, en alusión a las acusaciones que en las últimas semanas se están produciendo de que el líder popular, Mariano Rajoy, está cambiando la línea de su discurso. 

La presidenta autonómica volvió a hacer referencia al "eslogan del PP de Madrid: pico y pala", con el que se ha conseguido que la región sea "el motor de España" y que "el PSM sea un partido menguante", por lo que apostó por "un partido de ideas y principios fuertes para ofrecer más libertad, solidaridad, bienestar y prosperidad", es decir, por "más España". Por ello, opinó que el primer deber del partido es "no caer en las trampas ideológicas" de los adversarios políticos que los han "marginado políticamente durante los últimos cuatro años", y reiteró su negativa a que sean ellos "quienes distribuyan los carnés de buenos y de malos, de duros y blandos, de centristas y extremistas, de simpáticos o antipáticos".

"No podemos caer simpáticos a quienes han intentado marginarnos políticamente. Porque para los enemigos de la libertad, quienes la defendemos siempre vamos a ser duros, antipáticos y extremistas, porque su único recurso es la descalificación", insistió Aguirre.

  
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