Infierno venezolano

En Venezuela cada día se profundiza un caos de dimensiones inconmensurables debido a que el Gobierno pretende agigantar la desigualdad entre ciudadanos. La diferencia social es algo más letal que la pobreza, la pobreza es económica, la desigualdad es cultural, social y política.

La desigualdad cultural se agigantó con la era mediática, tanto que es la mejor estrategia de los gobernantes con corazón de totalitarios para mantenerse en el poder. La desigualdad política brotó con el Estado, la vida sedentaria y la agricultura hace ya milenios. La desigualdad social se nos revela de más lejos: de la vida animal, y en la democracia moderna se cultiva con pasión. La desigualdad cultural se profundiza con el populismo. Millones de seres engañados y sus mentes inundadas de promesas, mentiras, referencias maléficas acerca de la vida, de los valores y hasta de la gente misma. Se castiga económicamente al tratar de "reeducar" a la sociedad con mensajes que no pasan de ser baratijas afectivas y temas educativos descontextualizados.

En estos grupos sociales no brota la emoción del logro por el trabajo, tampoco abunda en sus mentes la idea de competencia por ser el mejor en lo que hace, o la satisfacción de obtener propiedades en base al tesón, constancia y ahorro. Lo más cruel es que estas cualidades culturales el populista las anuncia como existentes cuando en realidad lo que late en el corazón de esta población es dependencia, miedos, confusión y un alto potencial para que en cualquier momento exploten debido a la humillación que llevan por dentro como una puñalada "trapera" en el mero centro de sus almas. Una especie de "Ley Bulldozer" es la filosofía del poderoso. O creen en lo que se les dice, o no reciben ningún tipo de ayuda. En una sociedad de desigualdad cultural muchos ciudadanos no tienen derecho a la autonomía del pensamiento, ni a la acción y lo más grave, ni siquiera se les permite sentir con libertad.

Limitan sus derechos a las bendiciones y regalos del caudillo. Este los somete a la "reforma del pensamiento" como elemento para perpetuarse en el poder, ya que su meta es lograr una sociedad altamente desigual donde la mayoría sean ciudadanos que no puedan hacerse la pregunta más elemental del humano "quién soy yo" pues ya están en el infierno venezolano.

Luis José Uzcátegui
Médico psiquiatra y antropólogo venezolano
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