Condenan a un hombre por disparar contra dos gatos

Según informó este domingo la asociación El Refugio, el pasado 16 de septiembre Mica y Calcetines, dos gatos comunes de tres meses de edad, se metieron en el jardín del chalé de su vecino. Cuando su dueña se dio cuenta, y alarmada al escuchar unos disparos y maullidos procedentes de la casa, se acercó y vio al propietario de la finca vecina con una escopeta de aire comprimido.

De acuerdo con el testimonio de la dueña de los animales, su vecino le indicó que "desistiera de entrar a rescatar a las gatas", según El Refugio. Los felinos resultaron malheridos por el impacto de los perdigones en cuello, ojo y orejas.

Concretamente, Calcetines presentaba un orificio de entrada en la base de la cara anterior de la oreja derecha y el perdigón quedó alojado en el tejido subcutáneo de la cara posterior derecha. Mica, además, presentaba un orificio de entrada en la parte inferior de la arcada mandibular derecha y el balín quedó alojado bajo la conjuntiva del ojo.

El mismo 16 de septiembre, El Refugio denunció los hechos ante el Seprona de la Guardia Civil que, tras una "laboriosa" instrucción, trasladó la información al Juzgado de Paz de Brunete. Durante la vista oral de más de dos horas que tuvo lugar el pasado 19 de mayo, el condenado relató en su defensa que lo que hizo fue asustar a los animales haciendo ruido con unas alfombrillas y dar palmadas, lo que pudo ser confundido con disparos.

Sin embargo, según El Refugio, en la sentencia se explica que, "apreciando en conciencia las pruebas declaradas pertinentes y los hechos expuestos y alegado por las partes, se declara expresamente probado que el 16 de septiembre el condenado practicó diversos disparos con su arma de aire comprimido, contra dos gatos propiedad de su vecina, produciendo diversas lesiones en los citado animales", por lo que se condena al individuo a pagar una indemnización de 444,23 euros.

Para el presidente de El Refugio, Nacho Paunero, "la importancia de la condena reside en que el condenado piensa claramente que lo lógico es liarse a tiros con unos gatos indefensos por haber entrado en su jardín". "No queremos dejar de destacar cierta gravedad en los hechos, su entidad potencial y la repulsa que nos provocan", apostilló Paunero.

Además, el presidente de la asociación recuerda que "ante cualquier situación de maltrato hay que denunciar siempre, pero es muy importante aportar testigos y pruebas para que se puedan producir las condenas". Así, el procedimiento a seguir en un caso como éste es el reproche penal para el condenado, que tuvo que declarar primero ante el Seprona como imputado, buscarse un letrado y acudir a un juicio de faltas para ser finalmente condenado.

El Refugio es una organización sin ánimo de lucro cuyas actividades principales son la prevención y denuncia del abandono y maltrato de los animales, la gestión de su Centro de Adopción de animales abandonados y la realización de Campañas de divulgación y concienciación. El Refugio está inmerso en más de 70 procedimientos penales, civiles y administrativos en diferentes comunidades autónomas como la Comunidad de Madrid, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Andalucía y Extremadura.