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Pero abre brecha con Sevilla y Madrid (1-1)

El Barcelona puntúa en el Ruiz de Lopera (1-1) y abre brecha con Sevilla y Real Madrid

El Barcelona puntúa en el Ruiz de Lopera (1-1) y abre brecha con Sevilla y Real Madrid

miércoles 24 de enero de 2007, 08:27h
El Barça cierra la primera vuelta como líder en solitario con un punto de ventaja sobre Sevilla y Real Madrid tras sacar un rácano empate ante el Betis (1-1) en el Ruiz de Lopera. La crisis de juego aún está presente en el seno azulgrana.

Los dos equipos, que afrontaban el partido con objetivos bien diferentes, cierran el primer acto de la competición con sensaciones contrapuestas. Los de Luis Fernández, atrevidos y dinámicos en la primera mitad, mostraron durante varias fases del encuentro juego suficiente para pensar que la permanencia está cerca mientras que el FC Barcelona reiteró que no atraviesa su mejor momento y que le falta el fútbol de antaño.

   Los de Rijkaard, no obstante, no pierden y esta noche firmaron tablas en el Ruiz de Lopera cuando el partido caía del lado bético consecuencia de un gol del 'desaparecido' Robert a la salida de un córner y después de que Nano la peinara superada la primera media hora de juego.

   Los azulgrana, que contaron con Iniesta en lugar de Xavi en el once inicial, no combinan como antes y la circulación de balón carece de la fluidez que le convirtieron en un equipo imparable. Sin ese caudal, sus argumentos ofensivos se resienten y por extensión sus resultados.

   El FC Barcelona es primero con 39 puntos, pero sólo ha vencido en uno de sus últimos cinco partidos ligueros y exclusivamente en uno de ellos, el último ante el Nástic, ha marcado más de un gol. Esa falta de acierto le afectó incluso al oportunista Saviola, titular en Sevilla, pero sin ocasiones para seguir rentabilizando sus minutos.

Buen Betis

   De inicio, el Betis mostró mayores bríos. Se escudaba en la moral que le otorgó su pase copero ante el Real Madrid y el añadido de que una victoria le suponía abandonar los puestos de descenso, pero tampoco contó con argumentos suficientes para desmantelar el posicionamiento catalán.

   Rijkaard pedía orden y lo tuvo, pero a su equipo le faltó entonces ingenio y movilidad para desbloquear la férrea defensa local. De este modo, los porteros estaban ausentes del juego y sólo a balón parado podía abrirse el encuentro. Así fue superada la primera media hora de juego con un remate de Robert.

   El tanto contrarió en exceso a los azulgrana, cuyas caras reflejaron la ansiedad de haber perdido cierta solvencia futbolística, pero tampoco se rindieron, como sí sucedió tras el 2-1 en Montjüic, y buscaron el empate en el segundo acto.

   El Betis entregó entonces balón y campo para refugiarse en torno al marcador favorable, pero su apuesta no le salió bien porque los azulgrana consiguieron el empate igualmente en un saque de esquina por medio de un cabezazo de Márquez a media hora del final.

   El Barcelona reaccionó y jugó en campo contrario, pero tampoco con la fe suficiente para terminar ganando e incluso fue el Betis el que disfrutó de la mejor ocasión, ya en el tiempo de descuento, con un remate de carambola de Dani que se perdió cerca del larguero.  

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