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La contracónica: la Selección durmió a El Sardinero

· Un golazo de Xavi salva los muebles pero deja intactas todas las dudas sobre el juego de la roja

jueves 05 de junio de 2008, 10:37h
Hicieron falta veinte minutos para que apareciera ‘Manolo el del bombo’ y unos cuantos minutos más para que el público, a falta de otro entretenimiento, demostrase que no se ha olvidado de cantar la Fuente de Cacho. Medida la primera parte los silbidos arreciaban y es que España estaba allí y lo creíamos porque estaba en los papeles, pero había que pellizcarse para despertar del mal sueño y peor juego. El golazo del barcelonista Xavi fue la excepción a un partido malo de solemnidad, aburrido y que dejó un pésimo sabor de boca a los miles de aficionados que llenaron dos terceras partes de los nuevos campos de Sport del Sardinero.
La lluvia que comenzó a caer sobre Santander media hora antes de iniciarse el encuentro no enfrió los ánimos de un público en su mayoría muy joven y con  ganas de divertirse. Miles de banderas, repartidas por la organización, vistieron de rojo y gualda un graderío que acompañó el himno nacional con  un socorrido la-la-la-la a falta de letra. Y que dure.

Pero que el pública estuviera por la fiesta no quiere decir que estuviese dispuesto a perdonar todo. Por ejemplo la incapacidad del seleccionado español para pasar de medio campo, algo que hizo en contadas ocasiones durante la primera parte del encuentro. Enfrente a un equipo corpulento pero técnicamente mediocre. Aún con todo Estados Unidos estuvo a punto de marcar en dos ocasiones, ante fallidas salidas de Iker Casillas, y vio como le anulaban un gol por fuera de juego ¿Y España? Dale que dale el tiki-taka en el centro del campo. Sin delantera, ni ganas de tenerla

En la segunda parte, con el público haciendo la ola y sin ánimos ni siquiera para acompañar a Manolo el del bombo y menos todavía para entonar la fuente de Cacho, los cambios realizados por Luís Aragonés animaron un poco el partido. Pero la selección seguía especulando, teniendo la posesión del balón, pero sin mirar a puerta. Es más cuando llegaban al área rival sierre había más jugadores descartándose para tirar a puerta que dispuestos a  entrar a por uvas.

Y a por uvas, haciéndolo todo él, entró Xavi para marcar, a los 34 minutos del segundo tiempo, un golazo, que salva los muebles, pero que no disipa ninguna de las dudas sobre el juego que el combinado español  desplegará en el Eurocopa.

Al final mas pitos que aplausos y la sensación de que si se juega así el billete de vuelta lo tenemos en la primera fase. Claro que  un amistoso poco o nada tienen que ver con un partido en el que está en juego el ser o no ser. Pero lo preocupante no es que la táctica de la selección fuera reservona. El verdadero problema es que los jugadores demostraron sobre el campo que carecen de ambición y de ese espíritu matador que surge en los momentos más adversos.

Ni siquiera hubo un gesto de vergüenza torera o ganas de dar alguna alegría el respetable, que a pesar de la hora tardía, nadie se durmió. Al contrario que algunos jugadores que si no estaban dormidos, si al menos deambulaban por el Sardinero totalmente amodorrados.
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