Las relaciones entre la vicepresidenta De la Vega y el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, no pasan por su mejor momento. Ha habido decisiones de Rubalcaba que han gustado poco a la ‘número dos’ del Gobierno, encargada de parar, templar y mandar en el complicadísimo engranaje de un ejecutivo alguno de cuyos miembros llegan a reconocer privadamente y lo han hecho a este diario que “podría funcionar mejor colectivamente”.
Ya es conocido que las relaciones entre la ‘vice’ y Zapatero experimentaron un bache de cierta consideración cuando el presidente ofreció a De la Vega ser candidata a la Alcaldía del Ayuntamiento de Madrid y ésta lo rechazó tajantemente. A este diario le aseguran que las relaciones se han recompuesto pero también admiten que la caldera monclovita se encuentra en plena ebullición.