Según informó el Departamento de Interior en una nota, hacia las cuatro y media de la tarde del sábado varios ertzainas no uniformados detectaban la presencia de un grupo de menores en actitud sospechosa en los accesos al cementerio municipal de Polloe, en San Sebastián, y, al acercarse al lugar, comprobaron que estaban comenzando a causar daños en los adornos florales depositados sobre la tumba del que fuera parlamentario vasco y presidente del PP de Guipúzcoa, Gregorio Ordóñez, asesinado por ETA en 1995.
Mientras varios de los adolescentes destrozaban los ornamentos de la tumba, otros vigilaban el acceso al recinto. Poco después, llegaban al lugar varios vehículos patrulla, momento en el cual los menores trataron de darse a la fuga sin éxito, al ser alcanzados por los ertzainas, que procedieron a identificarles y trasladarles a dependencias policiales, desde donde se informaba de lo sucedido a los padres y responsables legales.
En total, ocho menores eran identificados como participantes en los hechos, que fueron puestos en conocimiento de la Fiscalía de menores, que los puso bajo la custodia de sus padres hasta el momento de ser citados judicialmente.
Este ataque frustrado se produjo después de que el viernes el ex presidente del Gobierno central y actual presidente de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), José María Aznar, recibiera en San Sebastián el premio que otorga la Fundación Gregorio Ordóñez.
Si (
No(
