Los mandatarios del Mercosur y estados socios destacarán el martes el papel crucial de los países emergentes como proveedores mundiales de alimentos y condenarán la persecución a inmigrantes en Europa, cuando concluya la Cumbre en la provincia argentina de Tucumán (norte), donde hace cinco años el hambre hacía estragos.
Los presidentes de Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay, Venezuela, Chile, Bolivia, junto a altos funcionarios de Ecuador, Colombia, Perú y México, plantearán el valor esencial de la producción agrícola y agroindustrial de los países menos desarrollados para combatir la amenaza del hambre, dijo el lunes una fuente diplomática de la XXXV Cumbre del bloque sureño.
Pero los gobiernos sostienen discrepancias en cuanto al diagnóstico del déficit alimentario, a raíz del cual el Banco Mundial prevé estallidos sociales en 33 países de Asia, Latinoamérica y Africa, según documentos de la última reunión de la Organización de ONU para la Alimentación (FAO).
Según Argentina y otros asociados del Mercosur, "la principal de esas causas (de la crisis alimentaria) son los subsidios que los países desarrollados durante más de 50 años han puesto a su producción", dijo el canciller argentino Jorge Taiana, al presidir el encuentro previo de ministros del bloque.
Hace apenas cinco años, decenas de niños morían por desnutrición en hospitales de Tucumán, una pequeña pero superpoblada provincia de 1,4 millones de habitantes, con tan florida vegetación que mereció llamarse "Jardín de la república", pero que sufrió penurias sociales, corrupción e inestabilidad.
Los cancilleres y ministros de Economía sesionaron frente a las arboledas de la Plaza 9 de Julio, mientras millares de policías custodiaban calles neurálgicas bloqueadas al tránsito, en un fuerte operativo de seguridad con sobrevuelo de aviones militares.
Los presidentes arribaban a San Miguel de Tucumán, nombre completo de la capital provincial, en tanto se preparaba la cena en honor de las delegaciones en el Palacio de Gobierno, de estilo que imita al neorrenacimiento italiano, en un día templado.
"El Mercosur es poderoso en producción y exportación de alimentos y energía", dijo Taiana, pocas horas antes del arribo de los mandatarios y la organización de reuniones bilaterales, como la que debían sostener la presidenta argentina Cristina Kirchner con sus pares Luiz Inacio Lula da Silva (Brasil) y Hugo Chávez (Venezuela).
Pero el problema de la seguridad alimentaria, en un mundo donde según la FAO los pobres destinan 70% de sus ingresos a comprar comida, daba paso también al rechazo sudamericano a las penas contra inmigrantes indocumentados en la Unión Europea (UE).
"Europa ha perdido la memoria intempestivamente, porque se olvidó de cuando millones de sus compatriotas venían a nuestros países perseguidos por los totalitarismos, las confrontaciones, el hambre y la injusticia", dijo el presidente de la comisión de representantes permanentes del Mercosur, Carlos Alvarez.
El funcionario anticipó que la cumbre incluirá un párrafo en su documento final de dura condena a la 'Directiva de Retorno', apodada por algunos 'Directiva de la Vergüenza', que establece prisión y expulsión para los ilegales.
En otro orden, los países del Mercosur acordaron financiar cinco proyectos de Paraguay para obras de infraestructura, con lo que se eleva a 169 millones de dólares los aportes a ese país y a Uruguay.
En paralelo, el fortalecimiento de la propiedad de la tierra para pequeños agricultores y la restitución de territorios ancestrales a pueblos originarios fue tema dominante de una multitudinaria Cumbre Social.
Una política en favor de la devolución de territorios a los indígenas fue considerada un requisito en la búsqueda de la "soberanía alimentaria" de los pueblos de la región, según una de las comisiones que constituyeron los 920 delegados inscriptos.
A la vez, la anunciada presencia del presidente boliviano Evo Morales en Faimallá, al sur de la capital de Tucumán, causó expectativa en la nutrida comunidad de residentes bolivianos, que esperan verlo jugar al fútbol el martes en el estadio local.
Respecto al demorado acuerdo sobre un código aduanero común para los países del Mercosur, quedó pendiente a pedido del presidente saliente de Paraguay, Nicanor Duarte Frutos, admitió una fuente de la Cumbre.
Mientras tanto, los gobiernos de Argentina y Brasil ultimaban el lunes el acuerdo para adoptar sus propias monedas para el intercambio comercial y abandonar el uso del dólar.
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