Asamblea, en maratón constitucional

La asambleísta Mae Montaño utilizó una imagen patética para definir la etapa en la cual ha entrado la Asamblea: la de un maratón constituyente.

Se ha señalado el 26 de julio como la fecha de finalización de la Asamblea, con la entrega del proyecto de nueva Constitución que será subordinado a referendo. La mesa directiva ha fijado hasta el viernes 18 como tope para la aprobación de los textos constitucionales. Sin embargo, en los pocos días que restan, el Pleno de la Asamblea deberá conocer más de 400 artículos. Se trata, pues, no de una aprobación a galope, con la cual no estuvo de acuerdo el economista Alberto Acosta y por esa razón el buró político de Alianza País le pidió hacerse a un lado como presidente de la Asamblea; se trata de una carrera de velocidad, una insólita maratón para aprobar el proyecto constitucional.

En esas condiciones, ¿cómo hablar de participación ciudadana? ¿Quién puede asegurar la calidad de los artículos constitucionales sin un debate participativo y democrático, en el que primen la valoración de razones y tesis contrapuestas para llegar a una síntesis que procure el consenso o la más amplia aceptación, y no solo que el producto final sea la imposición de la mayoría oficialista y la prisa? Un texto constitucional en carrera contra el tiempo tampoco deja lapsos mínimos para que lo aprobado se traslade al ámbito de la opinión pública y las reformas puedan ser asimiladas por los ciudadanos que deberán pronunciarse sobre ellas en el referendo. La pedagogía democrática no se reduce al mercadeo publicitario de campaña electoral.