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Arte y entretenimiento

Robert de Niro recibe el Globo de Cristal de Karlovy Vary

Robert de Niro recibe el Globo de Cristal de Karlovy Vary

sábado 05 de julio de 2008, 00:49h

El actor, director y productor estadounidense Robert de Niro recibió hoy emocionado el Globo de Cristal por su contribución a la cinematográfica mundial en el Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary, sur de Bohemia.

"Es un honor recibir esto de uno de los grandes festivales del nuevo mundo", indicó la estrella estadounidense tras entregarle el galardón el presidente del festival, Jiri Bastoska.

De Niro, visiblemente emocionado, elevó entre sus manos la estatuilla de cristal de Bohemia -diseño de Moser-, en la gala inaugural de la 43ª edición de ese certamen centroeuropeo, que comenzó hoy y durará hasta el 12 de julio en esta ciudad balneario de Bohemia, región occidental de la República Checa.

Esta es la segunda vez que este actor neoyorquino -galardonado con dos Oscar por "El Padrino II" (1974) y "Toro salvaje" (1980)- realiza una visita a Karlovy Vary -la primera fue en 1990, inmediatamente después de que acabara la guerra fría-.

El actor, que empezó y terminó su alocución en checo, también tuvo palabras afectuosas hacia su amigo Iván Passer, uno de los directores de la Nueva Ola del cine checoslovaco en los años sesenta y que preside el jurado de la sección principal de largometrajes del festival.

La última película de De Niro, "What just happened" (2008) -estrenada recientemente en el festival de cine de Sundance y dirigida por Barry Levinson-, será mostrada en la gala de honor que se celebrará esta noche en dicha ciudad balneario.

Por otro lado, en este certamen también se proyectó hoy el segundo largometraje del español José Luís Guerín, "En la ciudad de Silvia" (2007), una obra para cinéfilos, contemplativa e intimista, que gira en torno al eterno femenino y con el inmortal motivo de la búsqueda del amor.

El cantante francés Charles Aznavour recibirá la Orden de Canadá  

El cantante francés Charles Aznavour recibirá la Orden de Canadá, el máximo galardón de este país, en reconocimiento por su estatus como "embajador de la lengua francesa", anunciaron hoy las autoridades canadienses.

La ceremonia de entrega del galardón, que se concede de forma honoraria a las personas que no son canadienses, tendrá lugar el sábado en la residencia de la Gobernadora General del país, Michaëlle Jean, que ejerce la función de Jefa de Estado en representación de la reina de Inglaterra.

El domingo, Aznavour, de 84 años de edad, tiene previsto celebrar un concierto en la ciudad de Québec como parte del 400 aniversario de la fundación de la capital de la provincia canadiense del mismo nombre.

La oficina de Jean destacó que Aznavour "como cantante, compositor y actor ha ayudado a establecer importantes lazos culturales entre las comunidades de habla francesa de Canadá y otros países".

La Gobernadora General también dijo que "desde su primera visita a Montreal ha permanecido profundamente vinculado a Canadá, donde se ha ganado admiradores de costa a costa" y destacó su labor humanitaria como embajador permanente de la UNESCO.

Además de Aznavour, Aga Khan, Boutros Boutros-Gali, Nelson Mandela y Havel Václav han sido galardonados con la Orden de Canadá de forma honoraria.

El galardón fue creado en 1967 "para reconocer logros y servicios extraordinarios en varios campos".

Esta misma semana, la Gobernadora General también anunció la concesión de la Orden de Canadá al médico canadiense Henry Morgentaler, lo que ha sido protestado por algunos grupos del país.

Morgentaler, de 85 años de edad, abanderó la causa por la legalización del aborto en Canadá y estableció una red de clínicas para realizar el procedimiento.

Varias personas que han recibido en el pasado la Orden de Canadá han anunciado que devolverán el galardón tras su concesión a Morgentaler.
 
Amy Winehouse dio la talla, pero no fue generosa con su público

Amy Winehouse dio la talla, pero no fue generosa con su públicoHasta el final, su nombre estuvo en el aire. Y nunca mejor dicho. Aterrizó en Barajas a las 20.00 horas y a las 21.00 empezaba su concierto en Arganda del Rey. Con todo, Amy Winehouse dio la talla. No fue generosa, nada de bises ni de saludos al público, pero cubrió las expectativas. Muchos se conformaban con el hecho de que hubiera salido al escenario, con verla de cerca.

Enfundada en un minivestido, con su peculiar y abultado peinado, su característica raya sobre los ojos y ese aspecto frágil, la niña mala del soul salió con ganas. No estaba en su mejor momento –tampoco en el peor-, pero aguantó algo más de diez canciones sobre el escenario, copa de vino tinto mediante.

Arrancó con ‘Addicted’ y ‘Just friend’. Encandiló, más que nada porque estaba allí, en vivo y en directo. Pero hubo canciones en las que su voz más que oírse se intuía. El público no paró de arroparla, pese a que la gran diva no hizo ni un guiño a sus incondicionales. De principio a fin, hubo ganas de disfrutar, con un lleno hasta la bandera.

Con ‘Tears run dry’, el personal empezó a animarse. '¡AAAmyyyy, AAAmyyyyy!". Las cámaras se multiplicaban para inmortalizarla y ella, espontánea de naturaleza, se quitaba los taconazos para calzarse unas bailarinas. Después vendrían ‘Love is a losing game’, ‘Hey little rich girl’ y ‘You’re wondering now’; en todas las canciones sus dos coristas y bailarines supieron cómo cubrirla en sus carencias.

Con sólo dos discos en el mercado, ‘Frank’ y ‘Back to Black’, y cinco premios Grammy a la espalda –entre una larga lista-, Amy Winehouse se ha situado ya entre los grandes nombres de la música. A 24 años, ya ha conocido la gloria; que haya sabido digerirla es otra cuestión.

Para muchos, la imagen más reciente de Amy llegaba de Rock in Rio Lisboa, donde las adicciones le impidieron dar mínimamante la talla. Madrid ha sido otra historia, pero está claro que podría haber lucido más sobre el escenario. Estuvo una hora de reloj que se pasó volando. Y con ‘Rehab’ se llevó la mayor ovación. Casi un éxtasis colectivo.

La de Amy ha sido una carrera meteórica. Con 13 años le regalaron su primera guitarra y con 16 despegaba su carrera. Mucho éxito y demasiada juventud. Los últimos tiempos de la artista nacida en el norte de Londres han sido un sobresalto tras otro. Su relación con el crack, un marido encarcelado y un carácter demasiado fuerte han hecho un flaco favor a su carrera.

La Winehouse llegó a la Ciudad de Rock como una estrella, caprichos de camerino incluidos. Yogur de soja natural, pan de pita y de cebolla, jengibre, lima y miel fueron algunas de las peticiones que hizo. Será que la artista está cambiando de hábitos. También pidió ensaladas y fruta.

Desde las 17.00 horas, cuando se abrieron las puertas del festival, su nombre fue el más repetido. ¿Vendrá? ¿En qué estado? En la Ciudad del Rock sólo se hablaba de ella. Público -unas 75.000 personas, según la organización- y medios –mucho más numerosos que en el primer fin de semana- esperaban deseosos que la joven estrella estuviese de humor para desplegar todo su arte. Sin embargo, siguen sin correr buenos tiempos para Amy, que sigue en arresto domiciliario y sólo puede salir a dar conciertos.

Pese a todo, muchas caras conocidas se acercaron a verla. Paz Vega con su marido, David Delfín, Javier Hidalgo, la cantante Merche y Pablo Rivero fueron algunos de los que aclamaron a la artista. También su estética tomó la Ciudad del Rock. Incluso madres e hijas imitaron su vestuario e incluso su maquillaje y sus singulares peinados. Al fin y al cabo, era una oportunidad única para ver a una estrella.

 

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