Nebrera, la oportunidad perdida

Lo del Congreso del PSOE es de aurora boreal y tiempo habrá en las próximas horas de comentarlo, pero lo del PP empieza a ser de juzgado de guardia.

Después del Congreso de Valencia en el que no hubo oposición oficial a Mariano Rajoy y sólo unas cuantas collejas de Aznar y las que soto voce le dieron otros en los pasillos, el PP quiere parecerse al partido de Zapatero en el que no existe la menor disidencia, ni hay huevos para manifestarla.

Dudo que eso le dé vitalidad a los partidos, devenidos en puras máquinas al servicio de sus jefes y correspondientes mamporreros, pero esto es lo que hay, para desgracia de la cada vez más mermada credibilidad del sistema.

En Cataluña, donde el PP hace años que no se come una rosca ni tiene por ahora visos de hacerlo, el aparato de Génova intenta cercenar la única manifestación de aire fresco que había surgido con Montserrat Nebrera.

Se han movilizado todos a una contra la única que parece capaz de pensar, atreverse y competir; contra la única mujer que no se ha achantado ante la advertencia del aparato del PP, y hasta el otrora díscolo Vidal Quadras se ha sumado a la manifestación de pedir que no la voten.

Es una pena que el PP esté actuando con tanta torpeza, pero el mensaje que traslada es que…de renovación nada, porque solo el aparato del partido tiene capacidad para bendecir las alternativas que se presenten.

Mucho me temo que las afiliaciones a los partidos políticos van a quedar reservadas a quienes quieren hacer carrera dentro de la estructura, pero los que sean capaces de pensar por sí mismos no tiene ya cabida ni en el PSOE ni en el PP.