Ingrid necesita urgente la protección terrena y divina

Muchísima gente comienza a reaccionar molesta ante el giro que esta tomando Ingrid Betancourt, esa especie de Juana de Arco del Siglo XXI que nuestra infinita necesidad de íconos y símbolos tomó de inmediato para esperar de ella perfección, santidad, coraje…

A pocos días de su rescate, y ya en la comodidad de Francia y desde el aturdimiento que por fuerza tienen que causarle los mimos universales que está recibiendo, aunado a las presiones familiares de un grupo que no ha sido precisamente un dechado de sobriedad y de coherencia, Ingrid, la Ingrid magnífica que no más bajar del avión que la traía sana y salva junto al resto de los soldados y policías rescatados del espantoso cautiverio de años, impuesto criminalmente por la banda FARC, sorprendió con su entereza, con su lucidez, con su valor y sentido de la justicia al conferirle las glorias merecidas por el rescate, tanto al Ejército colombiano, como al presidente Alvaro Uribe.

Justo después del miércoles 2 de julio, día de la espectacular “Operación Jaque” cuando arrebataron a los asesinos de las FARC a 15 rehenes, entre ellos sus “Joyas” garantes de impunidad, Ingrid y los tres contratistas norteamericanos, comentaba en este mismo segmento de nuestra Radio Mambí, que me fascinaba la honradez de Ingrid Betancourt y su prodigiosa lucidez que la llevaba, en un momento tan difícil y disminuida como se supone debe estar un secuestrado a emitir declaraciones sobrias, coherentes sobre  una operación militar impecable, y sobre el hombre -Alvaro Uribe- que con valor y temple había hecho posible la realización de esa misión al tomar la suprema responsabilidad de autorizarla.

Comenté también ya en ese momento, hace casi una semana mi sorpresa  al ver al presidente francés Nicolás Sarkozy, felicitando a Alvaro Uribe pero cuidándose muy bien de contentar al militarote forajido Hugo Chávez, cómplice y protector de la narcoguerrilla que privó de la libertad a Ingrid Betancourt por seis años y mantiene aún secuestrados, a cientos de seres humanos más.

Dije ese día, que cómo era posible que Sarkozy pretendiera meter a un farsante como Hugo Chávez a capitalizar algo de este triunfo magnífico de la democracia colombiana, democracia que Chávez, sus acólitos y las FARC han jurado aniquilar…

Pues ahora en la misma onda y quizá producto de intensas presiones sobre ella, también de Sarkozy y el gobierno francés, Ingrid Betancourt se nos muestra frágil, se nos muestra asustada, algo que esperamos siempre al imaginarla en libertad, pero que ella disipó cuando desde su fragilidad extrema sorprendió al mundo mostrando ese temple que sedujo y le ganó el respeto y admiración de millones.

Mucha gente se desencanta de ella, lo expresan ya. Me llegan muchos mensajes de correo electrónico comentando lo dicho por Ingrid tanto a France 24 como al entrevistador de la TV5Monde y el disgusto que eso causa… La señalan de aparecer repentinamente con un  discurso pro Chávez, casi pro FARC y marcadamente enfrentada a Uribe… Ya de la primera Ingrid agradecida y conciliadora parece desprenderse otra que en la entrevista previa con la cadena internacional France 24, resaltó las "diferencias" entre ella y el presidente colombiano Alvaro Uribe y que fue enfática al decir que cree que Colombia necesita una solución de fondo, (si bien) los proyectos sociales son siempre más complicados de aplicar que las políticas de seguridad…

A los que ya cierran filas contra Ingrid Betancourt les sugiero reflexión… Cubrir a la gente de méritos extraordinarios es un defecto en el que caemos con mucha frecuencia. Ingrid Betancourt es una víctima de la barbarie de las FARC, del criminal hacer de esa izquierda canalla y delincuencial que pretende imponer el crimen como lenguaje político. Ingrid Betancourt como los tres norteamericanos, como los 11 policías y soldados rescatados junto con ella y como los anteriores liberados, están aturdidos, desequilibrados por años y años de torturas físicas y psicológicas y sin duda requiere atención profesional calificada.

Ingrid Betancourt ahora además está rodeada de sus dos protagónicos maridos, de la cinematográfica Yolanda Pulesio su madre, endeudada hasta los pelos con su “Mecenas” Chávez, y de sus hijos que también han sido parte del histriónico periodo pre rescate.  Ingrid tiene miedo y es lo lógico, antes que atacarla, pidamos más bien que esa Virgen de Lourdes de la que ella es fiel devota la ilumine e impida que su madre, sus hijos, sus maridos, los gorrones que la rodean ávidos de protagonismo y prebendas, la manipulen y le tuerzan un destino que debe ser históricamente honorable.

Eleonora Bruzual
[email protected]
* Trascripción de la Columna Radial que se transmite diariamente a través de los Noticieros de Radio Mambí 710 AM del Circuito Univisión de Miami, Florida