Respecto a Sierra Nevada, la declaración supone la gestión unificada e integral de los hasta ahora Parque Nacional y Parque Natural, incorporando así el mismo modelo organizativo aplicado anteriormente al Espacio Natural de Doñana.
La nueva figura de protección se aplicará en un total de 171.829 hectáreas repartidas entre 37 municipios granadinos y 23 almerienses, de las que 86.208 corresponden a las zonas de mayor valor ecológico que se declararon parque nacional.
Con más de veinte cumbres por encima de los 3.000 metros, en el Espacio Natural de Sierra Nevada se localizan los picos más altos de la Península Ibérica, el Mulhacén (3.482 m) y el Veleta (3.392 m).
El territorio cuenta con ecosistemas únicos de pastizales de alta montaña, bosques caducifolios y matorrales mediterráneos, además de concentrar alrededor de 2.500 especies de árboles y plantas, 80 de ellas exclusivas.
Respecto a la fauna, en la zona de alta montaña habitan más de 60 especies de aves y, entre los mamíferos, destaca la presencia de la cabra montés.
La economía de Sierra Nevada se apoya principalmente en los recursos forestales, ganaderos, cinegéticos y piscícolas; la agricultura tradicional en bancales; el turismo de naturaleza y deportes de nieve; la artesanía, y las industrias cárnicas.
En cuanto a la nueva regulación organizativa de los espacios naturales de Doñana y Sierra Nevada, que también se incluye el decreto aprobado hoy, una de las principales novedades es la creación de los denominados Consejos de Participación.
Estos órganos consultivos pasan a asumir las funciones de coordinar la colaboración entre los agentes sociales y las administraciones que hasta ahora ejercían los Patronatos en los parques nacionales y las Juntas Rectoras en los parques naturales.
Tendrán una composición paritaria entre hombres y mujeres y centrarán su trabajo en difundir de los valores del territorio, canalizar las iniciativas promovidas por la ciudadanía y velar por el cumplimiento de las normas de protección y gestión.
La gestión y administración de cada uno de estos espacios naturales dependerá de la Consejería de Medio Ambiente a través de un equipo al frente del cual estará un director encargado de coordinar el conjunto de actividades y la gestión administrativa, económica y de personal.
Tendrá a su cargo dos áreas funcionales con sendos responsables, una relativa a las iniciativas de conservación y la otra encargada de la gerencia.
Entre las funciones del equipo de gestión destacan la colaboración en la redacción de los documentos de planificación y sus modificaciones y revisiones; la elaboración del plan anual de trabajo e inversiones, y el establecimiento de las condiciones técnicas para la concesiones de servicios, adjudicaciones y autorizaciones.
Respecto a las actividades de investigación, podrá colaborar con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, las Universidades andaluzas y otros organismos.
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